CIUDAD DE MÉXICO.- La reciente crisis sanitaria aceleró la adopción de medidas para la digitalización y estandarización de los procesos en muchas industrias.  Las decisiones relacionadas significan una reducción importante en costos para las mismas y áreas de oportunidad que no se deben ignorar. En el contexto mencionado, la firma electrónica representa un primer paso en la digitalización de las empresas. Cuando se habla de cambios, es normal que se encuentre resistencia al cambio (principalmente derivado del factor humano) y es una de las razones por las que no todas las empresas se atreven a comenzar o en su caso, aceleran su paso hacia la digitalización. Por ello, además de empezar y conducir el cambio desde la parte directiva de la institución y de apostar por la capacitación, se requiere tener una mentalidad de adaptación y cambio constante. Es recomendable que el proceso de transformación digital se haga de forma incremental. Utilizar la firma electrónica de documentos es un paso importante y fácil de implementar, además sirve como trampolín a otras tecnologías, le permite a las empresas mantener operaciones. La industria Fintech (derivado de los términos en inglés de finance + technology) es un ejemplo paradigmático de la transformación digital. Uno de sus objetivos es aprovechar las ventajas de la tecnología para proporcionar servicios financieros enfocados en los clientes, de una manera ágil, segura y confiable.  El enfoque en el cliente se convierte entonces en uno de los principales diferenciadores de la digitalización, debido a que los usuarios pueden comparar distintas opciones y cambiar de empresa con facilidad.  En ese sentido, las empresas que no adoptan la digitalización y se esmeran en proporcionar mejores servicios a sus clientes, de manera sencilla y digital, probablemente se irán quedando en el camino. Es importante mencionar que el enfoque en el cliente se extiende a todas las industrias por lo que no es exclusivo del sector financiero. Otro aspecto de competitividad a considerar es la reducción de costos o incrementos en eficiencia. La firma electrónica tiene beneficios económicos inmediatos.  El siguiente ejemplo ilustra un escenario de firmar con papel o con firma electrónica en términos de costos. En conclusión, la digitalización de las empresas dejó de ser algo deseable y se convirtió en una necesidad.  El proceso implica un cambio de mentalidad en las instituciones, en donde además de apostar por capacitación en soft skills, deben tomarse en cuenta las circunstancias de la “nueva normalidad” y la constante mejora en la experiencia y opciones con las que cuenta el usuario que brinda la tecnología. Como primer paso a la digitalización, la firma electrónica representa una excelente opción con alto impacto y bajos costos de implementación, además de permitirle a las empresas seguir haciendo negocios de manera remota. DINERO EN IMAGEN