Amigos y amigas, ayer por la tarde, como muchas personas en el mundo, estuve al pendiente del primer informe de Mr. Trump (Don Trump, para los cuates). Algunas personas me comentaron que no es trascendente lo que diga el señor, pero en opinión de muchos otros como yo, y considerando que los amigos del vecino país del norte tienen un alto grado de influencia en muchos ámbitos, pues debiera ser algo que nos interese a todos.

Empecemos por los sucesos que envolvieron el evento en cuestión. El evento estuvo engalanado por el último escándalo de carácter sexual del ya septuagenario presidente en cuestión, y su ya conocida misoginia exacerbada que hace la vida de terror a su esposa (y todas las mujeres del mundo mundial), que, viéndolo desde un punto de vista muy pragmático, ni siquiera estuvo feliz de que su esposo, el ahora Presidente, fuera electo.

Continuamos con los diferentes conflictos bélicos que quiere generar a través de una ya muy añeja forma de liderazgo, esa de los brabucones de antaño, los que solo saben amenazar, generar conflicto y por supuesto sacar ganancias de la problemática generada. Sus declaraciones son de una pose muy actuada, sus discursos siempre vacíos, su lenguaje muy limitado, pero aprovechando muy bien a una generación poco educada, mal informada, racista y por supuesto de un nacionalismo extremo.

Hay un sin fin de elementos o factores que envolvieron el primer informe del Presidente Trump, empezando por una división interna casi pandilleril, en donde vimos un discurso unilateral, un presidente de “todos” los norteamericanos, como él se describe, pero que en el fondo tiene la política de quien está con él o en contra de él.

Los riesgos que se perciben, no son solamente de “twitter”, son reales y tienen que ver con un proceso de poder individual y no de un beneficio común, se trata de un beneficio personal disfrazado de populismo sin definición. El chiste, es ganar adeptos por gritos y sombrerazos.

La moda de personas que no tienen capacidad política y de liderazgo, no dije experiencia, que quede claro, son eso, una moda. No le estamos midiendo a la afectación, la falta de líderes efectivos, está haciendo crecer a los mesiánicos ilusos, esos que quieren disfrazar todo con palabritas domingueras como “disrupción”, al final del día, ni siquiera saben la definición y la dimensión de las palabras.

Finalmente, otras de las modas que están haciendo que se pierdan de enfoque los resultados verdaderos y de bien común, son los personajes como Trump, sin honor, vende todo y que no tienen lealtad a nada, no es demócrata, pero tampoco republicano, es una mezcla de lo que le conviene, dejando que los ignorantes se sigan embelesando con sus discursos de eterno proselitismo, vacíos y muy peligrosos. Don Trump, no dijo nada, pero dijo todo, es decir mencionó sus grandes proyectos, pero se ve que de estadista no tiene ni la cartera.

Los temas de mayor relevancia fueron: primero, el populismo del proteccionismo a toda costa, de modelos que ellos mismos han definido y que ahora no saben cómo arreglar; segundo, esa manía de los “gringos” que se sienten los policías del mundo, en donde realmente disfrazan sus intereses económicos y de poder con “democracia y justicia”, haciendo guerras por todos lados, para recuperar su incipiente economía de vaivenes fundados en modelos de acaparamiento total.

Para nuestro interés, pues se fue a la yugular dejando muy clara su “posición” sobre los tratados de libre comercio, en donde ya se les olvidó que el TLCAN, fue diseñado para salvarlos de una de sus tantas crisis.

No podía faltar el tema de los inmigrantes, en donde sigue creando terror, donde dicta la línea que caracteriza a una raza ignorante, pero poderosa, y eso, eso es muy peligroso, no solo en seguridad, la división está reanimando modelos culturales que han desatado las mayores problemáticas en el mundo.

Finalmente, habló de sus problemas en el sector salud, con una visión miope, cree que puede arreglar la salud, con simples palabras y sin tener un verdadero plan, lo que tiene es un nacionalismo enfermizo en donde quisiera que fueran intocables y en lo personal, ganar su concurso de popularidad con Putin, que, a decir verdad, tampoco sería un ejemplo a seguir.

Amigos y amigas, además de tomar estos indicadores del vecino país, habrá que reconocer que tampoco estamos en la mejor posición para criticar, estamos en procesos electorales donde no se ha demostrado de ninguna manera el cómo podremos hacer frente a los desafíos de la época, seguimos esperando a venderle la patria al mejor postor y por supuesto al modelo corruptible que permite seguir creando inestabilidad controlada para que el modelo siga su curso.

En palabras del vulgo, pues estamos iguanas ranas y la neta, no veo por donde vamos a salir.

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