Ricardo Alvarado, Investigador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, expuso que la venta del avión presidencial es una ocurrencia basada en una promesa hecha a la ligera y que surge cuando hay asuntos en la agenda, por lo que afirmó en exclusiva con Eva María Camacho en Imagen Informativa que, “el avión presidencial es sin duda una cortina de humo del gobierno federal”.

Refutó que la Salud en un tema con el que no se puede jugar en una rifa, por lo que aseguró que  el presidente, “está comprándose tiempo de aquí a septiembre, para vender el avión o acabar en un esquema de renta a particular”. Dijo, “si ahora la rifa no incluye el avión, que tiene que ver el avión en todo esto, vamos a destinar 2500 mdp para cubrir necesidades del sector Salud que deberían estar incluidas en el presupuesto de egresos”. Explicó que el avión presidencial pertenece legalmente a Banobras y que la complejidad de rifar el avión presidencial recae en el propio contrato de arrendamiento, explico que una rifa es diferente a una lo que realmente hace la Lotería Nacional. Expuso que la Lotería Nacional no tiene las facultades para realizar una rifa de forma legal, “por eso tenemos una rifa que más que rifa parece una lotería, porque al sacar al avión de la jugada ya entra en el marco legal de las posibilidades de la Lotería Nacional”. Advirtió que quien adquiera el avión deberá hacer una doble inversión, ya que tendría que realizarle modificaciones debido a que está personalizado para ser usado por un jefe de estado. “No queda claro que está pasando, es una ocurrencia cubriendo otra ocurrencia”.