Vínculo copiado
Hamid Chbouki
00:04 lunes 19 marzo, 2018
ColaboradoresConcentrar el poder en la parte superior puede impulsar el rendimiento en el corto plazo, pero degrada la capacidad de una organización de ejecutar en el largo plazo. La intervención frecuente y directa de los altos ejecutivos alienta a los gerentes medios a delegar problemas en lugar de resolverlos, y con el tiempo sus habilidades para tomar decisiones disminuyen. En organizaciones grandes y complejas, la ejecución vive y muere con un grupo llamado "líderes distribuidos", que incluye no solo a gerentes intermedios que ejecutan funciones críticas, sino también expertos técnicos que ocupan puestos clave en las redes informales que hacen las cosas. Los líderes distribuidos, no los altos ejecutivos, representan la "gerencia" para la mayoría de los empleados, socios y clientes. Sus acciones cotidianas, particularmente la forma de manejan decisiones difíciles, contribuyen en gran medida a apoyar o socavar la cultura corporativa. El punto de partida es una redefinición fundamental de la ejecución como la capacidad de aprovechar las oportunidades alineadas con la estrategia, mientras se coordina con otras partes de la organización de manera continua. La reformulación de la ejecución en esos términos puede ayudar a los gerentes a evitar los obstáculos y concentrarse en los factores más importantes para traducir la estrategia en resultados.