En muchos casos, demasiados, la formación de los potenciales empleados es deficiente, porque: 1. No han desarrollado una adecuada Inteligencia Emocional.

2. No han aprendido a trabajar en equipo.

3. No saben expresarse correctamente en castellano y mucho menos lo hacen en otro idioma.

4. Su pensamiento crítico es bastante limitado.

5. Tienen pésima o mala disposición a esforzarse, a pagar el precio por alcanzar una meta.

6. Tienen problemas para relacionarse con las personas.

7. No conocen, y menos aún aplican la "Tecnología de lo Obvio".

8. No saben vender productos, servicios, ideas, proyectos y a ellos mismos.

9. No gestionan adecuadamente sus finanzas personales ni las de su organización.

10. No han desarrollado la visión, el compromiso y la disciplina suficiente que los lleve a construir su grandeza.

11. No guardan equilibrio cuerpo-mente-espíritu.

12. Tienen limitada conciencia social, ecológica y política.

13. No han aprendido a aprender.

14. No se hacen cargo de su propia vida e inventan excusas, pretextos y justificaciones que les impiden triunfar.

15. Son ignorantes, indiferentes y sumisos en lugar de prepararse, ser proactivos y exigentes. ¡Ah y en algunos casos, no cuentan con los conocimientos básicos necesarios! Pero esto es tal vez, lo menos importante, porque las personas que cuentan con la actitud correcta pueden superar este pequeño inconveniente. *Profesor, investigador, coach y conferencista. Tecnológico de Monterrey, [email protected]