Para el director de Spin, taller de comunicación política, Luis Estrada, las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador están cayendo poco a poco de su poder mediático con el que comenzaron, debido a que hay un desgaste en la imagen presidencial y agregó que no existe una estrategia real de lo que se pretende comunicar. En entrevista para “Así las cosas”, el especialista en comunicación política analizó que el ejercicio de López Obrador si bien es inédito no sólo en México sino en el mundo, la realidad es que las conferencias no han abonado a transmitir mensajes que resuelvan problemas y al contrario sólo se están abriendo más frentes cada mañana por la cantidad de temas que se tocan y la forma en la que el primer mandatario evade preguntas o responde cuestionamientos que le son incómodos sin responder con la verdad y simplemente apuesta por la salida fácil o de confrontación. Apuntó que según sus mediciones, AMLO llegará a casi 6 mil respuestas evasivas o alejadas de la realidad en tan solo un año. La palabra “corrupción” es la más mencionada por el tabasqueño, con un promedio de diez veces por conferencia. “Es más un ejercicio de propaganda que un ejercicio informativo, no distingue claramente lo que quiere hacer. En esa ubicación de nosotros contra ellos, refuerza lo que pueda hacer para distinguirse a cualquier costo para tanto señalar como condenar”, explicó. Por tanto, Luis Estrada sostiene que el presidente comete errores al intentar apoderarse de la atención mediática de la prensa en sus conferencias, cuando éstos solo hablan de sus temas en el 10% de las veces en las primeras planas.  Aunado también a que muchos de los temas que intenta poner en la agenda periodística no son tomados en cuenta por la prensa. Finalmente, mencionó que López Obrador intentará seguir con la misma intensidad de actividad mediática, no obstante, prevé que aunque el presidente tiene perfectamente medido su estilo de hablar y dar a conocer lo que considera información, la realidad es que los tiempos han cambiado y ya no es lo mismo que hace 20 años cuando ejercía sus primeras conferencias mañaneras, cuando era Jefe de Gobierno del Distrito Federal. “Es un desgaste abierto del presidente, controla la comunicación, pero en el momento en que la prensa lo cuestiona el presidente lo paga. No están posicionando temas y tendrá que medirse si se tendrá que espaciar la conferencia. Es simplemente él… pero por como se le van ocurriendo las cosas está poniendo demasiado énfasis en las conferencias y no le están dando resultados”.