Para el experto en temas de seguridad Alejandro Hope, el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de elegir a un militar en activo para ser el mando de la Guardia Nacional es una mala idea, pues argumentó que con esto se va a crear un mando bicéfalo en este cuerpo de seguridad.  Explicó que el superior jerárquico de todo militar en activo es el Secretario de la Defensa Nacional o, en su caso, el Secretario de Marina. Ese hecho no cambia si el oficial en cuestión pide licencia o es comisionado a otra dependencia.  Por lo tanto, el encargado de la Guardia Nacional va a tener simultáneamente dos jefes: el Secretario de Seguridad y el titular de Sedena o Semar. Cuestión que consideró no funciona muy bien. Además, agregó que un buen número de estados de la República han encomendado su seguridad a un oficial militar en la Secretaría de Seguridad Pública, pero se desconocen los resultados.  “Poner a un militar al frente de la Guardia Nacional no garantiza resultados positivos, pero sí asegura serios problemas administrativos y conflictos políticos nada menores. Si tienen resultados sobre los mandos militares al frente de la seguridad, que los muestren”.  En este sentido, prevé que la discusión de las leyes secundarias que conformarán la Ley Orgánica de la Guardia Nacional tendrán una tensión y por tanto la cooperación de las fuerzas políticas de oposición se volverá complicada.