Hace 6 años la UNAM sacó en su gaceta mensual que Claudia Lydia Trevino, investigadora del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del Instituto de Biotecnología de la UNAM, encabezaba los estudios sobre la biología molecular del espermatozoide. El objetivo de su investigación era crear un nuevo método anticonceptivo masculino. Los espermatozoides son células muy distintas a otras de nuestro cuerpo, se comportan diferente y su única misión es llevar el contenido genético intacto al ovocito y entregarlo; sin embargo su camino es largo y difícil, pues se enfrentan a conductos estrechos y cambios de PH y temperatura”, señaló la investigadora Treviño. En aquella ocasión se mencionó que las píldoras podrían tardar 5 años en ver la luz, ya pasaron 6, quizá pronto podría ser una realidad.  Los métodos anticonceptivos definitivos no son una opción adecuada para gente joven, por eso es fundamental encontrar nuevas opciones anticonceptivas", dijo. Claudia Treviño recalcó en aquella ocasión que el objetivo de las investigaciones en el Instituto de Biotecnología es encontrar un fármaco anticonceptivo reversible, que no sea hormonal ni tenga efectos secundarios. Mientras lo logramos, los jóvenes deben recordar que la responsabilidad de la paternidad no solo es de quien toma el anticonceptivo, es de las dos personas, tanto el hombre como la mujer”, concluyó durante su presentación en la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades.   -- Excélsior