La historia de este sujeto y su creación no es complicada. Él estaba harto de tener una plaga de avispas y, al mismo tiempo, falto de inspiración para crear una pieza artística. Por esa razón, decidió matar acabar con ambos problemas usando la única herramienta que apareció en su mente un contenedor de aluminio fundido. Así es, el presentador del canal PressTube usó sus conocimientos como artesano del metal para dar a los pobres insectos voladores la peor muerte posible, muy al estilo de lo que ocurrió con el monte Vesubio en el año 79. Ustedes saben, cuando una erupción volcánica calcinó a los habitantes de las ciudades de Pompeya y Herculano, entre otros lugares.

Este hombre cumplió su meta y, aunque la “escultura” tiene un aspecto bastante interesante, no podemos evitar pensar que para su creación se sacrificaron cientos de miles de pobres avispas. Para algunos no representa gran cosa, pero si tomamos en cuenta de que también son seres vivos y que sólo buscan un lugar para vivir, entonces no es realmente un espectáculo agradable. Finalmente, no hay un argumento para justificar la crueldad contra los insectos, pero si sirve de consuelo, existen algunos protocolos para el exterminio de avispas que incluyen fuego o veneno. Si no queda de otra, tal vez una muerte rápida sí sea la mejor solución para deshacerse de una plaga. Ya ni hablar si esta se conforma de depredadores que no aportan nada al medio ambiente, a diferencia de las abejas. -- Sopitas