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Hace unas semanas alertaba que se corría el riesgo de que algunos actores importantes, aunque no decisivos, en la coalición PRI-PAN-PRD-Conciencia Popular, perdieran piso, se volaran o se quisieran hacer los guapos, para sacar raja política en beneficio de unos cuantos.
00:06 martes 22 diciembre, 2020
ColaboradoresLas cosas empiezan a oler mal en el PAN. Hace unas semanas alertaba que se corría el riesgo de que algunos actores importantes, aunque no decisivos, en la coalición PRI-PAN-PRD-Conciencia Popular, perdieran piso, se volaran o se quisieran hacer los guapos, para sacar raja política en beneficio de unos cuantos. Es importante poner en contexto lo que ocurre. Los cuatro partidos involucrados en la coalición “Si por San Luis Potosí” firmaron un acuerdo para postular candidatos comunes a gobernador, presidentes municipales, diputados locales y, al parecer, también diputados federales. Es decir, en una mesa de negociación se van a dividir las posiciones en las que van a competir y, se van apoyar unos a otros, sumando fuerzas, recursos, estructura y todas sus capacidades. Obviamente, todos van a ceder, en un afán por todos ganar. Mi teoría es que antes de firmar la coalición, quienes mandan en cada uno de los cuatro partidos, colocaron su canicas sobre la mesa y decidieron qué partido pelearía las posiciones más importantes. Digámoslo claro: la gubernatura y la presidencia municipal de San Luis Potosí. Estoy seguro que se necesitó de mucha madurez, entereza, generosidad, humildad y altura de miras, para ceder al adversario político histórico lo que había que ceder.
Desde entonces las dirigencias de los partidos han estado haciendo política, cómo deben, para conducir esa negociación pactada. Y lo han hecho muy bien. De hecho, el partido que en teoría podría ser el más afectado, es el más entusiasta con la coalición.
El problema surge con los dirigentes bisoños panistas que, o no les dijeron en qué consiste la negociación, la entendieron mal o se quieren pasar de vivos. El punto es que los afanes por el agandalle pueden provocar una ruptura de la coalición. Sería la cuarta vez que, por berrinche, rencor o traición, el PAN pierda la oportunidad de gobernar el Estado de San Luis Potosí. Lamentablemente, frente a lo que está en juego, no solo está en riego el futuro de los panistas, sino el de todos los potosinos.