El Banco de México estima que las operaciones con activos virtuales en el país (con el uso de algunas criptomonedas, entre las que esta- rían por ejemplo, el Bitcoin, Ethereum, Ripple, PeerCoin, Dogecoin o Litecoin) es muy baja, de apenas el 0.15% del total correspondiente a las plataformas de compraventa de activos virtuales a nivel internacional, por lo que por el momento “no representan un riesgo sistémico”. Sin embargo, el instituto central sí reconoce que hay peligros de operación y de que los usuarios puedan perder sus recursos, por lo que prefiere ir a paso lento pero seguro en la regulación de operaciones con activos virtuales, como lo mostró en sus recientes circulares del 8 de marzo pasado, con disposiciones aplicables a las Instituciones de Crédito e Instituciones de Tecnología Financiera en las Operaciones que realicen con Activos Virtuales, en las que dejó fue- ra la regulación de las operaciones con criptomonedas. ¿QUÉ SON LAS CRIPTOMONEDAS? Las criptomonedas son monedas virtuales. Pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa tradicional, pero están fuera del control de los gobiernos e instituciones financieras, pues sólo las autoriza para procesos internos. Por lo anterior, no estarían autorizadas las operaciones para de intercambio, transmisión o custodia de activos, decisión que fue criticada por las empresas de tecnología financiera en el país que operan con activos virtuales. Se estima que en México hay actualmente unos 800 mil usuarios de este activo, tres veces más los participantes en la Bolsa Mexicana de Valores. La Asociación Blockchain, presidida por Allan Cassis, advierte que dejar fuera del margen jurídico el uso de las criptomonedas implicará un rezago del país frente a otras demarcaciones que evalúan cómo regularlas. LEGISLACIÓN En marzo de 2018 se publicó la Ley Fintech y a principios de septiembre de ese mismo año la CNBV y la SHCP publicaron parte de su regulación secundaria asociada. Las recientes circulares forman parte de la regulación secundaria publicada por el Banco de México para normar activos virtuales, pero las empresas de blockchain afirman que contravienen lo formulado en la Ley Fintech. Cassis subraya el peligro de salidas de capitales y mayor presión en la Unidad de Inteligencia Financiera con esta resolución. El banco emisor argumenta que “estima conveniente mantener una sana distancia entre tales activos y el sistema financiero, dados los riesgos que la operación con estos pudiera conllevar para los usuarios, para las instituciones que operen con ellos y para el sistema financiero en general”. El Banco de México precisa que “En razón de la complejidad de los procesos matemáticos y criptográficos que soportan los activos virtuales, se considera que el usuario puede desconocer alguna vulnerabilidad en dichos algoritmos que, de ser explotada, podría derivar en pérdida total de los recursos invertidos en tales activos”. El banco central dice que otro peligro es la concentración en la tenencia de algunos de estos activos, y que las reglas de emisión de los mismos pudieran dar lugar a un proceso de formación de precios en detrimento de los intereses de los usuarios. --

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