CIUDAD DE MÉXICO.- Si tienes más de 30 años e incluso superas los 40 años, seguramente recuerdas esas tardes con tu consola de videojuegos y una tragedia que nos acercó a convertirnos en técnicos del “”Nintendo” como le decía tu mamá.  Me refiero a que al encender la consola, por algún motivo el juego no funcionaba y entonces, como solución aprendida quién sabe de dónde, soplábamos la parte inferior y tras uno o más intentos, como por arte de magia “arreglábamos” nuestro NES o SUPERNES.  Sin embargo, lamento decirte que tu técnica (no mientas, pensabas que mientras más fuerte y rápido soplabas, más efectivo era), no te convertían en quien hacía funcionar tu consola.  La verdad detrás de todo aquello estaba en el funcionamiento del videojuego. El cartucho tenía piezas de cobre que hacían contacto con filamentos de níquel en la consola. Cuando retirábamos el cartucho, volvían a su posición original, lo que nos daba más posibilidades de que hicieran contacto como era debido para que pudiéramos jugar.  Lo cierto es que con el tiempo el óxido y desgaste natural del aparato hacían más difícil que hiciéramos funcionar nuestro videojuego.  De hecho, soplar al cartucho solo contribuía a que se oxidaran las piezas metálicas con mayor facilidad por lo que lamento decirte que cada que lo intentabas, solo contribuías a que tu cartucho dejara de funcionar más rápido.  Ahora lo sabes. Esperamos que no sientas culpa.  -- DINERO EN IMAGEN

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