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Además de ser uno de los personajes más populares de los cuentos infantiles rusos, el lobo es el protagonista de uno de los dibujos animados más conocidos en este país
09:54 sábado 9 junio, 2018
VIRALES
El lobo Zabivaka, la mascota del Mundial de Rusia que luce pantalón corto y gafas deportivas, es la estrella en las tiendas rusas que venden productos oficiales de la gran competición que arranca el próximo jueves. "El peluche de Zabivaka es lo que mejor se vende. También las camisetas en las que aparece la mascota", señaló Angélica, dependienta de una tienda de regalos en la calle peatonal Arbat, la meca del turista en el centro de Moscú. Los recuerdos oficiales del Mundial ocupan un lugar privilegiado en ese comercio recién reformado y que destaca por la gran calidad de su mercancía. Además de los peluches y las figuras de plástico que reproducen a la mascota en distintas posturas -jugando futbol, haciendo malabares con el balón o celebrando gol- son muchos y variados los productos oficiales de la FIFA en los que aparece Zabivaka, cuyo nombre puede traduce del ruso como "el que marca". Gorras, mochilas, tazas, bolsos, pegatinas, llaveros, imanes y hasta balones de futbol: todos lucen la imagen del simpático lobo que le ganó la partida a otros candidatos a ser la mascota del Mundial, entre ellos el tigre siberiano, que parecía favorito pero que salió derrotado en una votación popular. Además de ser uno de los personajes más populares de los cuentos infantiles rusos, el lobo es el protagonista de uno de los dibujos animados más conocidos en este país. El logotipo oficial del Mundial -que muestra a la Copa del Mundo en rojo, el color ruso por excelencia, con la figura de un futbolista con los brazos en alto en señal de victoria en su interior- es otra imagen que triunfa entre los productos dedicados al Mundial. Una camiseta roja con el estampado del logotipo llama la atención de dos jóvenes rusos que entran en la tienda de Arbat. "Es la primera vez que el Mundial se celebra en nuestro país. Es algo que pasa una vez en la vida. Creo que estos objetos los mostraremos a nuestros hijos y nietos dentro de muchos años", dice Iliá, que aunque no se lleva nada a casa, asegura que volverá para comprar un recuerdo para toda la vida. --
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