Grupos sociales que toman por asalto sus calles y plazas. Sin que nadie -hasta este fin de semana-, pusiera orden.

La situación economica general tiene postrada a una sociedad en buscar oportunidades de llevar un peso a los hogares de cualquier manera. Claro que esta accion solo se acepta cuando hay un respeto al orden jurídico de nuestra sociedad misma. Actividades licitas.

El comercio permitido es uno de ellos. Pero ¿hasta donde es permitido?

Por supuesto que la venta de productos y horarios, por ejemplo, prohibidos impensable. No son motivo de esta columna.

Se trata del comercio informal. Si bien es cierto la mayoría mercan alimentos, ropa o accesorios, no es lo que venden sino como. Cientos de puestos, tendajones o inmensos tianguis que tienen ocupadas todas las plazas del centro histórico y las calles de sus alrededores. Provocando un desorden y caos en donde los lideres de agrupaciones tienen contra la pared a la autoridad por motivos políticos y de total irrespeto a la autoridad.

El pasado sábado y domingo la adminsitracion municipal capitalina “tomo al toro por los cuernos” y emprendió una movilización en donde fueron desalojados puestos ambulantes en la zona norte del nuestro centro histórico. Por la buena, hasta eso.

La demanda era generalizada, tanto de la sociedad visitante o local, como de los comercios establecidos que ven en ellos una competencia irregular. Pues la formalidad les limita a sus locales, mientras que los ambulantes ocupan sus banquetas. El pago de licencias, permisos, contribuciones o seguro social a sus trabajadores, es ya de por si un gasto extra que si no lo hacen, visitas de inspección hacendarias o comerciales tienen un dia si y otro tambien. Bajo so pena de termina con sellos de clausura.

A diferencia de los informales, cuyo puro chiflido alerta a los demás para escabullirse y burlar a la autoridad.

Autoridad municipal capitalina que dio su manotazo. El respeto a la ley. Hasta mañana.