Vínculo copiado
Los partidos no entienden o nosotros…
23:28 jueves 4 febrero, 2021
DESDE LA REDACCIÓN SLPAl cerrar esta semana el menú de nombres que sonaron para encabezar diversas candidaturas por algunos partidos políticos es sin duda una cosa desastrosa. Resultado sin duda de la permisibilidad que los ciudadanos hemos dejado por años a los partidos políticos bajo el argumento defensivo de ellos de “si no eres ___ista no puedes opinar”. El uso de recursos públicos nos da la pauta para poder inmiscuirnos en su vida interna, sumándole a ello que, al ser “entidades de interés público” y el trampolín para que se acceda al poder -poder que nos gobierna- pues con mayor razón. El proceso interno del PAN en San Luis y la participación de la sociedad civil e iniciativa privada como observadores de el, fue un ejemplo de ello. Ya no debemos limitarnos a esperar resultados, si no a ser parte de ellos. Por que si no pasa, pasa esto… Serian propuestos y reelectos para cargos públicos como diputaciones o gobernador del estado los siguientes nombres: José Luis Romero Calaza, el ex priista “Tekmol”, para candidato a gobernador por el Partido Redes Sociales Progresistas de México; Oscar Bautista su reelección como diputado federal para el distrito III de San Luis; Guillermina Morquecho, que era del PANAL, ahora va por el PAN a una diputación local; y Héctor Mendizábal que buscaría una diputación por Encuentro Solidario. El que vayan a repetir no sería nada nuevo ni distinto en los partidos, les encanta reciclar y repetir, aunque no sirvan para nada. El común denominador entre estos 4, es que la Auditoria Superior del Estado tiene en su escritorio sendas carpetas con motivo de denuncias, señalamientos e investigaciones por facturaciones “fantasma” en perjuicio del erario publico, del Congreso local en la pasada legislatura, por mas de 1 millón de pesos. Olvídese usted que las denuncias no avancen. Es otro tema detestable. El gran problema es que los lideres de los partidos justifican la participación de estos impresentables con el clásico “tienen sus derechos a salvo hasta que no haya una sentencia”. Lo jurídicamente correcto se torna asquerosamente despreciable cuando aun así y con señalamientos los proponen. Se olvidan del aspecto social, de respeto, humano y de honor que como servidores públicos los hombres y mujeres que quieran aspirar a uno deben también tener. Ellos si lo olvidan. Nosotros no lo hagamos. Recordémoslo en las urnas. Ahí es el momento perfecto y preciso. Hasta el lunes…