La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el Impacto Ambiental de la Fase 1 del Tren Maya, en donde se detalla la tala de 800 hectáreas de selva. La Fase 1 del Tren Maya irá de Palenque, Chiapas, a Izamal, en Yucatán, con una extensión de 631 kilómetros con 13 estaciones ferroviarias. En el documento, de 587 páginas, se apuntan 16 condicionantes para la construcción de esta obra en materia de impacto ambiental, además de que la autorización tendrá una vigencia de tres años. "Esta DGIRA considera que el desarrollo del proyecto no compromete la integridad funcional de los ecosistemas presentes en el Sistema Ambiental Regional, ni generará impactos ambientales relevantes. A los mismos, que pudieran ocasionar un desequilibrio ecológico, señaló. “Aunado a lo anterior, serán aplicadas las medidas de prevención, mitigación y compensación propuestas por el promovente para asegurar el mantenimiento de la diversidad de los recursos”, apuntó. La autorización asevera que la pérdida de cobertura vegetal en esta fase del proyecto el proyecto es de 800.95 hectáreas, “afectación de masa forestal que contribuirá a la emisión de carbono, considerado uno de los causantes del cambio climático”. Pese a lo anterior, Semarnat recalcó que medidas como el programa de reforestación, reubicación de especies “se restaurará cualquier modificación al microclima” y las condiciones climáticas recuperarán su estado original. El Tren Maya pasará por áreas protegidas como el Sistema Lagunar Catazajá y La Libertad en Chiapas y Tabasco; el sitio Ramsar Anillo de Cenotes en Yucatán y la Reserva de la Biosfera Los Petenes, en Campeche. Con información de López Dóriga Digital / Milenio