La tenista bielorrusa Victoria Azarenka afirmó que si el deporte blanco retoma sus actividades sin público en las gradas, se perdería la emoción e incluso muchos jugadores lucirían desmotivados al competir. El tema de los partidos a puerta cerrada ha divido las opiniones de tenistas, entrenadores e incluso de aquellos ya retirados, pero para la número 58 del mundo, hay puntos favorables para ambas partes. Creo que el tenis sin aficionados no tendría emoción alguna. Para mí sería muy raro saltar a una cancha y no ver a nadie, pero también es cierto que nuestros entrenamientos son a puerta cerrada y sería cuestión de acostumbrarse”, agregó.

Por otra parte, “Vika” aseguró que a sus 30 años de edad, todavía tiene mucho por demostrar en las canchas, por lo que espera desafíos importantes cuando el circuito de la Asociación Femenil de Tenis (WTA, por sus siglas en inglés) vuelva a la normalidad. Simplemente tengo que buscar un equilibrio entre jugar y pasar tiempo con mi hijo. Si no me viese con capacidad de poder hacerlo hubiese colgado la raqueta y me hubiese retirado definitivamente del tenis”, apuntó exnúmero uno del ranking.

No obstante, Azarenka aceptó que el aislamiento durante la pandemia de COVID-19 complica el aspecto mental del jugador, quien tiene que llevar una rutina diferente a la deportiva; asimismo, mencionó que la situación provoca ansiedad y poca motivación. A pesar de la incertidumbre que genera la crisis sanitaria, la ganadora de 20 títulos de la WTA aprovecha el tiempo con su hijo Leo y confesó que ha descubierto que heredó sus ganas de competir todo el tiempo, por lo que cada día implica un nuevo desafío.

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Excelsior