El combate al robo de combustible o la suspensión de las subastas eléctricas son retos que ha traído el nuevo gobierno para las industrias de petróleo y gas y para la de generación de energía eléctrica que para OsiSoft se traducen en oportunidades de transformación digital para estos sectores, de acuerdo con Juan Domínguez, gerente de Cuenta de Territorio de OsiSoft México. “Estos son retos que existen y que afectan al país pero que se están resolviendo con tecnología. Para nosotros ha sido turbulenta esta transición de gobierno y más que eso se ha traducido en una oportunidad para apoyar a nuestros clientes a generar eficiencia operativa. Por ejemplo, la declinación en la producción petrolera nos ha hecho generar mayor eficiencia”, dijo Domínguez en entrevista con El Economista. De acuerdo con el directivo, la integridad de las operaciones de estas industrias, que se ven amenazadas constantemente por riesgos de trabajo, riesgos financieros y los riesgos regulatorios, pueden ser mitigadas a través del análisis de grandes datos como el que realiza el software que la compañía desarrolla. OsiSoft es una compañía estadounidense nacida hace 35 años en Silicon Valley y que tiene presencia en 35 países, incluido México, que está dedicada a producir software de análisis de datos para que las empresas principalmente de las industrias de petróleo y gas, energía eléctrica, farmacéuticas, mineras tengan información de sus operaciones en tiempo real. El software desarrollado por OsiSoft recolecta datos de distintas fuentes en entornos industriales que permite tomar decisiones sencillas y certeras, de acuerdo con Domínguez. En México, la compañía está enfocadas a las labores de exploración y producción de petróleo y gas y al monitoreo de gasoductos y al apoyo a la seguridad crítica de las operaciones de esta industria. También trabaja con la industria de generación de energía eléctrica, a tal grado que 85% de las empresas de generación, transmisión y distribución; así como con la industria minera especializada en cobre y oro. El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que es el encargado de operar el Sistema Eléctrico Nacional, opera con el software de OsiSoft, con lo que a través de sus sistemas pasan la mayoría de los datos de la red eléctrica de México. De acuerdo con Domínguez, la reforma energética abrió muchas oportunidades a distintos actores en la industria tanto del petróleo como de la energía eléctrica. En este sentido, de acuerdo con el especialista para estas industrias cuyas operaciones son críticas para el país es fundamental contar con datos. “Contar con datos en estas industrias puede salvar vidas y puede hacer más eficiente la operación”, dijo. Aseguró que la implementación de la transformación digital en estas industrias particularmente en México ha sido más lenta y ha sido posterior a las de sectores como el financiero, el educativo y el turístico. No obstante, para el especialista, dado que buena parte de la base económica de México y de varios países de América Latina está en el segmento energético, y por esta razón es necesario cerrar esta brecha tecnológica. “La industria energética se está desarrollando y se está digitalizando. Tanto Pemex como todas las empresas de exploración y producción y de transportación, tienen cierta transformación digital pero están en un proceso de adopción que incluye modelos de inteligencia artificial”, dijo. Según un estudio realizado por el Instituto Ponemon para Tenable, compañía de ciberseguridad de origen estaodunidense, los sistemas de tecnologías de la operación (OT) se diseñaron en el supuesto de que funcionarían de forma aislada, ya que no fueron desarrollados pensando en la seguridad o diseñados para a conectarse con el mundo exterior. Sin embargo, actualmente, los entornos OT modernos están cada vez más conectados a los activos de tecnologías de la información. Luis Isselin, director de Tenable en México, explicó que ante los cambios que se están presentando en sectores como el del petróleo y gas, es indispensable incorporar una estrategia de seguridad específica de para las tecnologías de operación. EL ECONOMISTA