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Vamos a cumplir casi un año de pandemia y sus consecuencias nos han llevado de estados de pánico y terror, a los de aceptación y resignación
00:06 martes 29 diciembre, 2020
ColaboradoresVamos a cumplir casi un año de pandemia y sus consecuencias nos han llevado de estados de pánico y terror, a los de aceptación y resignación. Vivimos como autómatas. Reacciona el dolor solo cuando la pandemia toca a uno de los nuestros. Ante ello, es necesario recapitular. Ver en dónde estamos. A principios de año inició la pandemia en China, pero solo unos meses les bastó controlarla. Desde mayo pasado china no registra una sola muerte. En México tenemos un promedio de 600 fallecimientos diarias. Al detectarse que el virus se contagia de persona a persona, China tomó medidas extremas. En cambio, en México vendimos a China los pocos insumos médicos con que contábamos. El gobierno de López Obrador nunca se tomó en serio la pandemia. Mientras el virus se acercaba a México, los representantes de la 4T, o lo que eso signifique, disminuían recursos para el sector salud, eliminaban el Seguro Popular y creaban el Insabi. Por cierto, este último no acaba de arrancar El problema ameritaba reagruparnos como mexicanos y dejar a un lado diferencias políticas. Pero López Obrador apostó por la polarización y la lucha descarnada. Necesitábamos la unión de los gobiernos estatales, pero López Obrador optó por la confrontación pública y visceral. El momento difícil requería de un líder responsable, un estadista que con sus acciones diera ejemplo de disciplina sobre las medidas que debían replicar los ciudadanos, de aislamiento y uso del cubre bocas, por ejemplo. Pero López Obrador optó por hacer giras insulsas, por abrazar, besar y saludar lo impresentable. Al día de hoy, fuente a la catástrofe humanitaria, frente al dolor de más de 100 mil familias que han perdido hijos, hermanos o padres, López Obrador es el pendenciero de pueblo que se niega a poner un cobrebocas. En las estadísticas somos de los países con los peores resultados en el manejo de la pandemia. Tenemos el peor gobierno en el peor momento. La última escena de nuestra tragedia la protagoniza, quién más, López Obrador. Ha montado un circo mediático en torno a las vacunas. Habla de millones y millones de vacunas para todos, ya están aquí, pásele, son gratis. Otra mentira más. Entre las personas, como entre los países, las crisis hacer ver de qué tamaño somos. Por lo pronto, los mexicanos necesitamos mantener, en medio de la tragedia, algo de cordura, de lucidez. Pronto podremos poner en su lugar a los mentirosos, a los malos gobernantes.