Después del airado reclamo del senador panista Marco Gama hacia la figura que representa Octavio Pedroza como candidato a la gubernatura, máximo peldaño dentro de un partido a nivel estatal y al presidente Juan Francisco Aguilar, máxima figura de un partido. Vino ya la aparición de Octavio Pedroza al frente de su figura misma. Fue ayer que al medio dio una rueda de prensa acompañado del líder de su partido, del PRI, del PRD y Conciencia Popular, junto al senador Gama, que pronunció su compromiso a garantizar y salvaguardar la salud de los potosinos frente a las circunstancias que la pandemia puso en el renglón para todos los actores políticos. El tema fue lo de menos. Mal se verían si no lo hacen y cuidan sus actos durante la campaña. Lo relevante sin duda, fue su aparición después de aquel 10 de enero con una postura fortalecida. El tema no es Pedroza. Se ha comentado y dicho. Su trabajo y trayectoria le hacen ser un buen perfil dentro del proceso electoral. Competitivo, fuerte y con posibilidades de triunfo. El tema sigue siendo lo dicho, lo denunciado y evidenciado: la intromisión de agentes externos a la candidatura o a la dirigencia que no han hecho más que ensuciar el proceso interno, el resultado y el trabajo y nombre del candidato. Los intereses ajenos de grupos con intereses inmediatos y personalistas han debilitado el nombre que por años los panistas se tardaron en forjar. El acaparamiento de las posiciones tiene nombre y apellido señalado por panistas como el mismo Gama: el “azuarismo” que no deja pasar y que peligro y los haga perder. Ya ayer Pedroza dio un giro. Que lo siga y fortalezca. Más si el domingo recibirá a su registro a Marko Cortes, su líder nacional junto a Moreno y Zambrano.  No lo decepcionen.  Otra de los registros que llamaron la atención es el de Adrián Esper, alcalde con licencia de Ciudad Valles. Quien al verse entre los posibles finalistas de las listas de Morena en la primera convocatoria y no lograrlo, decidió ahora buscar las siglas moradas del PES. Las cartas en la baraja se abren para opciones electorales. La distracción del electorado estará sin freno y entonces el riesgo de la dispersión del voto será mayor.  Si no analizamos bien el voto y lo canalizamos, correremos el riesgo inminente de que este se pierda. Las boletas serán el canal. La decisión de nosotros, pero pensémosla bien. 

No todos los nombres ganan. Hasta mañana…