La llegada del nuevo mandatario norteamericano a la Oficina Oval fue el arribo de un halo de esperanza para nuestro país.  Que su relación con el primer mandatario mexicano, López Obrador pueda iniciar sensible, por decir lo menos, es otra cosa. Las decisiones de AMLO de no felicitarle como el resto de los mandatarios lo hicieron en su momento, podría tener un costo. Las imágenes de su arribo al despacho presidencial en el pequeño escritorio y las carpetas que tenía apiladas a su derecha, significaron más que simples pendientes de firmas. Desde la revisión a temas migratorios como la situación actual de los grupos de migrantes conocidos como “dreamers” hasta la paralización de las obras del muro fronterizo con México y por lo tanto tocar así situaciones en las que nuestro estado se ve envuelta, pues desafortunadamente para unos, afortunadamente para sus familias, de San Luis salen para tomar los trenes de “sueños americanos” buscando un mejor destino cientos de potosinos, más los que ya han logrado un sustento y reenvían remesas a sus hogares. Por eso no es casualidad que, a su espalda en la mesa de retrato, tenga el busto del gran luchador de los derechos de migrantes Oscar Chávez; Desde volver a tocar las puertas del Acuerdo de Paris para regresar a la protección climática de la mano con el mundo entero hasta las puertas de la Organización Mundial de la Salud; Y abrir esperanzas “espantadas” hace años, cuando el entonces Presidente Trump amenazó a la armadora Ford de que su instalación en México, en San Luis Potosí concretamente, podría acarrearle consecuencias económicas. Dando como resultado que la inversión se fuera del estado Hoy vuelve a ponerse en el escritorio el tema. De alguna manera la Secretaria de Economía Tatiana Clouthier citó que sus gestiones han apuntado a la armadora que cerró una planta en Brasil.  La invitación y opción de San Luis Potosí debería llevar mano. Juan Manuel y Gustavo Puente, ¡les hablan! Hasta mañana…