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En su travesía rumbo a EU, muchos de los menores que se encuentran en el refugio de Ciudad Juárez temían ser atrapados por el crimen organizado o las autoridades mexicanas
08:32 domingo 11 abril, 2021
Mundo
Los niños salieron de una camioneta blanca, aturdidos y cansados, restregándose los ojos para quitarse el sueño. Viajaban sin sus padres, con la esperanza de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pero no lo lograron. Detenidos por los agentes de inmigración mexicanos, fueron trasladados a un refugio para menores en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde los formaron contra un muro para ser procesados. Para ellos, este recinto, a kilómetro y medio de la frontera, es lo más cerca estarán de EU. "Mami, te tengo una mala noticia”, le dijo a su madre por teléfono una de las niñas del albergue, Elizabeth, hondureña de 13 años. “No llores, fíjate que me agarró la migración de México”. Esos niños son parte de una ola creciente de migrantes que esperan ingresar a EU. Si consiguen cruzar la frontera, pueden intentar presentar su solicitud de asilo a las autoridades estadunidenses. Algunos podrían reunirse con sus padres, que los esperan allá. Pero para los que son atrapados en México, el sueño termina. Esperan en albergues, a menudo durante meses, para que se completen los trámites y son deportados. En el refugio, la mayoría son adolescentes, pero los más pequeños tienen cinco años. Viajan solos, sin sus padres —en grupos de chicos o con algún pariente o amigo de su familia— y pueden toparse con las redes criminales o los agentes fronterizos. "Hay un gran flujo, por razones económicas, y no se detendrá hasta que la vida de la gente en estos países mejore”, dijo José Alfredo Villa, director del refugio Nohemí Álvarez Quillay para menores no acompañados en Ciudad Juárez. En 2018, mil 318 niños ingresaron en los albergues para menores no acompañados de Ciudad Juárez, según las autoridades locales. En 2019, el número de admisiones creció a mil 510 niños y luego bajó a 928 el año pasado, debido a la pandemia. En los dos primeros meses y medio de este año se disparó a 572, un ritmo que, de mantenerse, sería mayor que el de 2019, el año con las cifras más altas de las que hay registro.
----------- Con información e imagen: Excélsior