Novak Djokovic abdicó a su trono del U.S. Open, al retirarse el domingo de su duelo de octavos de final ante el suizo Stan Wawrinka por una aparente lesión, en momentos en que el partido se le había puesto cuesta arriba. El número uno del mundo y campeón vigente del torneo buscaba su cuarto campeonato en Nueva York. Sin embargo, el serbio ha evidenciado molestias en el hombro izquierdo y no lució ni cerca de su mejor forma durante toda la velada ante Wawrinka. Salió del estadio Arthur Ashe en medio de algunos abucheos. Lo siento por el público. Obviamente vinieron a ver un partido completo y no fue el caso”, dijo el serbio, quien explicó que había tomado diferentes medicamentos lidiar con el dolor.

Vamos, muchos no sabían lo que estaba sucediendo, así que no los puedes culpar”.

Djokovic se encontraba abajo por 6-4, 7-5 y recién había perdido su servicio para colocarse 1-2 en el tercer set, cuando optó por retirarse. “Nunca quieres que un partido termine así”, comentó Wawrinka, quien se medirá al quinto preclasificado Daniil Medvedev en los cuartos de final. “Me siento mal por Novak”. El serbio de 32 años había ganado 36 de sus últimos 37 partidos de Grand Slam y conseguido cuatro de los últimos cinco títulos en este tipo de torneos, en una de las exhibiciones más dominantes que haya visto este deporte. Pero comenzó a quejarse de molestias en el hombro izquierdo el miércoles durante su partido de segunda ronda y varias veces requirió de masajes del personal médico. Djokovic no mostró problemas el viernes, en su siguiente partido, y declaró que el dolor prácticamente había desaparecido, aunque no quiso revelar detalles de la lesión o el tratamiento. Su intento por sumar un cuarto título en Flushing Meadows y un 17mo Grand Slam se diluyó por completo después de ser superado ampliamente por Wawrinka, quien también lo derrotó en su último enfrentamiento: La final del U.S. Open de 2016.

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Excelsior