En los últimos años hemos visto de forma alarmante como lo relacionado con la naturaleza ha cambiado drásticamente, hemos observado fríos intensos en épocas de calor, climas cálidos en época de frío y lluvias torrenciales en época de estiaje, todo es consecuencia de algo que existe, que no queremos ver y mucho menos tomar acciones en concreto. El calentamiento global –término acuñado por Wallace S. Broecker (1975)- no es una moda ni mucho menos un invento de algún férreo ecologista, de hecho, hace alusión a lo que algunos especialistas indican que es un fenómeno que comenzó hace poco más de 180 años, como consecuencia de los impactos en el aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero de la lejana revolución industrial. Los efectos del calentamiento global en la economía son muy importantes, pues todos los excesos son malos, en primer lugar, porque tanto la sequía como las inundaciones traen consigo la escasez de productos agrícolas, con lo que seguramente el precio tendrá una consecuente alza, es decir, inflación mermando de manera importante nuestro ingreso personal. Otra de muchas consecuencias, será en la parte de los mercados financieros, muchos de ellos fundamentan sus inversiones en la perspectiva futura que tienen las diversas empresas en las que se invierte o bien en diversos artículos, entre oro, petróleo y granos, por lo que las pérdidas serían considerables. La economía y la ecología guardan muchas cosas en común, cuando a la economía no se le deja encausar de forma natural, se presentan fenómenos como inflación, altas tasas de interés, baja en la producción del país entre otras, mientras que en cuanto la ecología, si seguimos contaminando, no solo perderemos dinero, si no la vida. @Oliver_Arroyo