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Evaluemos, en cuestión de percepción, solo cuatro temas: corrupción, seguridad, salud y economía.
01:44 martes 6 octubre, 2020
ColaboradoresHan trascurrido dos años de que López Obrador asumió el cargo de presidente de México, suficientes para evaluar y juzgar su desempeño. También son suficientes para sentenciar la suerte del partido que representa el mandatario, porque el año que entra hay elecciones en todo el país. Evaluemos, en cuestión de percepción, solo cuatro temas: corrupción, seguridad, salud y economía. López Obrador prometió hasta el cansancio meter a la cárcel a muchos peces gordos. ¿Cumplió?. No. ¿Hay expectativas de que lo haga?. No. ¿Cuáles son las razones de que no lo hace?. Creo que es su incompetencia y la de sus colaboradores y, más bien, porque ni siquiera le interesa. Lo único que busca, hay muchos ejemplos de ello, es medrar políticamente con el tema de la corrupción. El tema de seguridad, uno de los principales al inicio del gobierno de López Obrador, hace agua por todos lados. ¿El gobierno de López ha capturado líderes de las organizaciones criminales más peligrosas?. No. ¿Ha disminuido secuestros, feminicidios y huachicoleo?. No. Creo que el desmantelamiento de la Policía Federal hizo un enorme hueco en los esfuerzos de combate a la delincuencia organizada y, la Guardia Nacional solo sirve de pantalla para tapar lo que no se hace. Ya ni hablemos del saludo de López a la mamá del Chapo Guzmán. En materia de salud los resultados son de escándalo. En abril pasado nos aterrorizó ver a España cuando llevaba 30 mil muertos por el Covid, pero hoy en México estamos llegando a los 80 mil fallecimientos. La inacción del gobierno, sus fallas y mentiras, tienen al país en estado de pasmo, con la mirada perdida. Las vacunas y servicios que antes sí había en los hospitales de la era corrupta, hoy en la era de la honestidad valiente no existen. López Obrador inició su gobierno destruyendo una inversión multimillonaria de lo que era el Aeropuerto de Texcoco; canceló una inversión millonaria de una cervecera en el norte del país; invierte en proyectos destinados al fracaso; ahuyenta inversiones extranjeras, y; se lía a golpes mediáticos con los empresarios. Resultado, nulo crecimiento económico. Como ven, hay suficiente material para la discusión durante las campañas electorales que se avecinan. Benditas redes sociales que nuevamente servirán para poner a cada uno su lugar.