Una de las series más exitosas de todos los tiempos sin duda es Stranger Things. Tal vez porque además de envolvernos en una temática de mucho suspenso, con 'flashazos' de la década ochentera y las ocurrencias de sus protagonistas, la ciencia ficción parece salida de una película de Steven Spielberg. Entre los misterios ocultos en los episodios de Cosas Extrañas está uno que probablemente ya conocemos: en la segunda temporada, Mike había llamado a Eleven cada noche durante 353 días. 3 + 5 + 3 = 11. Pero hay otro detalle que quizá pasaste por alto y que te va a dejar con un nudo en la garganta. Si tuviste la grandiosa oportunidad de ver la primera temporada, recordarás que el sheriff Hopper tuvo una hija llamada Sara que murió de cáncer cuando aún era una pequeña niña. Lo que quizá no recuerdes es que en un flashback de Jim Hopper pudimos ver cómo una goma de pelo azul de Sara pasaba de una de las coletas rubias de la pequeña a la muñeca del sheriff cuando su hija perdió el pelo por culpa de la quimioterapia. Hopper sigue llevando la 'liga' elástica azul de su hija en la muñeca mucho después de que ella muriera, pero en el último episodio de la segunda temporada la goma desaparece de su brazo. La difícil relación entre Eleven y el sheriff fue una de las cosas más emotivas que nos dejó Stranger Things 2, pero al final Jim logra adoptarla legalmente y ocurre una cosa mágica de la no nos habíamos dado cuenta: Es Eleven (o, mejor dicho, Jane) quien lleva puesta la gomilla azul de Sarac durante el último episodio, cuando baila con Mike justo antes de darse su primer beso. Hemos cambiado la perspectiva con que miraste la serie, a Hopper y a 'Once'. Saca tu pañuelo y seca tus lágrimas. -- EL DEBATE