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Ni las contralorías internas ni la Auditoría Superior del Estado hacen su trabajo sin embargo cobran sueldos insultantes, mientras que las diferentes dependencias de gobierno hacen fraudes y engaños con las compras.
22:18 miércoles 6 mayo, 2020
ColaboradoresNi las contralorías internas ni la Auditoría Superior del Estado hacen su trabajo sin embargo cobran sueldos insultantes, mientras que las diferentes dependencias de gobierno hacen fraudes y engaños con las compras. Es por eso que el dinero nunca alcanza, porque una gran parte acaba desviada en los bolsillos de altos funcionarios. Lo más grave es que los Contralores que deberían ser los ojos de la ciudadanía, en lugar de combatir la corrupción están coludidos y son parte de las tranzas. Muchas licitaciones e invitaciones son solo simulación y ya se sabe de antemano quien va a ganar. El proveedor que será beneficiado, con anticipación sabe que es lo que se va a comprar y cuenta con toda la información. Existen proveedores que solo son usados para aparecer cotizando más alto y así validar la corrupta práctica. Lo más increíble es que muchos de estos son fantasmas y peor aún, que los ganadores de compras y adquisiciones también lo son. Precisamente para eso se usan estos “comodines”, para validar las aberrantes triquiñuelas. Los Comités de Compras también son verdaderas comparsas, incluso como saben de la terrible impunidad, existe gente que hace la firma de todos los integrantes y estos se hacen de la vista gorda. Por eso considero que se deberían modificar las leyes para que, en casos de corrupción, los Contralores que fueron cómplices tuvieran consecuencias ejemplares. Deberían pisar la cárcel y quedar inhabilitados al menos una década. Las empresas fantasmas son usadas como ya mencioné, para hacer monumentales fraudes pero también se usan para “validad y justificar” las compras a otras empresas fantasmagóricas. Cierran el circulo de manera cínica. Otro de los constantes procesos amañados, es la compra y adquisición de productos con sobreprecios y los programas sociales son oro molido para esta nefasta práctica. Si los corroídos Contralores están coludidos y la Auditoría Superior ciega voluntariamente, en el caso del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, el Consejo Ciudadano de Transparencia debería hacer su trabajo, alzar la voz, investigar y denunciar la corrupción, pero en la realidad, sucede todo lo contario, porque también son parte del gran teatro de la simulación.