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Su desaparición, como está marcado en el proyecto de presupuesto del gobierno federal, pone en riesgo no solo el futuro de miles de niños, sino la esperanza de mejores condiciones para los profesores
01:24 miércoles 21 octubre, 2020
ColaboradoresEl programa de escuelas de tiempo completo en San Luis Potosí, representa una oportunidad de aprendizaje integral para más de 60 mil estudiantes, casi 3 mil maestros en más de 640 escuelas. Su desaparición, como está marcado en el proyecto de presupuesto del gobierno federal, pone en riesgo no solo el futuro de miles de niños, sino la esperanza de mejores condiciones para los profesores. El programa, de acuerdo con múltiples estudios internacionales y nacionales ha marcado tendencia favorable en diversos indicadores de aprendizaje, rezago escolar y abandono. Así como mejoras en la integración comunitaria y mejoramiento con las finanzas de miles familias que tienen la oportunidad de trabajar más mientras sus hijos están en la escuela. Cientos de maestros que vivimos y trabajamos en ETC nos encontramos en una encrucijada porque la falta de recursos, provocaría una disminución progresiva del compromiso y de las capacidades docentes. Porque nosotros estamos donde nadie quiere estar, decidimos asistir a donde nadie quiere permanecer más allá de un semestre. Se dice fácil, pero la realidad es que desaparecer los incentivos para que más maestros se sumen a este programa, lo desaparecen de un plumazo. Observando la comparecencia del secretario de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, ante los senadores, me llama la atención que uno de los únicos temas que se aborden sea el de la alimentación, sin duda, muy importante para todos. Pero el programa ETC no solo es eso. Si bien, el comité de la Escuela es Nuestra puede administrar esos recursos para el componente de alimentación o infraestructura, no llegará a todas las escuelas inscritas al programa, será progresivo. Por otro lado, este esquema no se ha evaluado de manera objetiva. En cuanto a los docentes, quienes hacemos que el programa funcione, no se comentaron los incentivos económicos y materiales que nos hacen llegar. De manera tardía o bien, hasta otro ciclo escolar, pero eso hace que nos quedemos. Además del compromiso docente, tenemos garantías que nos hacen valorar el permanecer más tiempo en la escuela y que mejor que aprovecharlo al máximo. ¿Qué va a pasar con estos incentivos? ¿También se los entregarán al comité de la Escuela es Nuestra? Si es así, ¿cómo se pagará a los docentes, los incentivos del programa? ¿Tendremos que emitir un recibo? Es decir, ¿los padres de familia, nos pagarán por el servicio? Y si no se va a entregar ese dinero al comité, ¿de dónde saldrá la partida presupuestaria para complementar nuestro salario? Transporte, material escolar y didáctico, son otros rubros que contemplan el programa ETC. no solo el de alimentación. En este sentido, las preguntas aún están lejos de responderse. Más bien, se acrecientan para crear más incertidumbre entre los compañeros. Desaparecer programas no es lo óptimo, debe haber un período de transición que nos permita migrar paulatinamente a lo deseable. Ahí está el error. Si bien el programa no era el mejor del mundo y con corrupción latente, se podía mejorar ajustando lo necesario y proponiendo un plan de transición mucho más viable. Esperamos que los diputados y senadores puedan ejercer su representatividad con libertad y lejos de compromisos particulares. Confiamos en que puedan escuchar a los docentes y familias del programa para cambiar lentamente algo que tiene mucho que ofrecer a la sociedad mexicana. *Profesor de educación primaria en la zona media del Estado. Con 7 años de experiencia en el programa de ETC. Maestro en Innovación Educativa. Contacto: [email protected]