Seguramente lo hizo más de una vez y hasta le pareció una buena idea. ¿Porque iba a lavar la ropa recién comprada si se la ha llevado reluciente de algún local? Sin embargo, la ropa nueva puede traer más problemas de los que parece. Aquí tiene algunos motivos por los cuales debería empezar a plantearse meter la ropa en la lavadora antes de ponérsela. -La Universidad de Nueva York hizo público el pasado año un estudio en que asegura que todo el mundo debería lavar la ropa nada más comprarla y antes de estrenarla. La razón: según el centro existe una alta probabilidad de que existan bacterias fecales en las prendas que se encuentra a la venta en los diferentes establecimientos. El responsable de dicho informe, Philip Tierno, dijo que se debe a la gran cantidad de veces que los clientes se prueban cada una de las prendas. "En ocasiones, hay artículos que permanecen a la venta durante más de un mes. Los gérmenes y las bacterias proceden de la boca, de la piel o incluso el ano", aseguró Tierno. -Eliminar los restos de los productos químicos empleados en el proceso de fabricación textil es otro de los argumentos para lavar la ropa nueva, informa Almudena Nogués en Diario Sur. Dichos residuos en contacto con ciertas pieles más sensibles pueden generar una alergia. Una vez que las prendas están acabadas se pueden pulverizar con fungicidas para evitar el crecimiento de hongos durante el transporte o colorear con tintes químicos. -Todos estos productos pueden causar dermatitis o vulvitis en el caso de la ropa interior, entre otras enfermedades. -- Zócalo