Luego de que Kalimba reveló, casi 10 años después, a Yordi Rosado, cómo el exprocurador de Quintana Roo lo inculpó en el caso falso de abuso sexual en 2011, su abogado detalló que le pidieron un millón de dólares para no meter a la cárcel al cantante. En entrevista con Ventaneando, el abogado Alberto Woolrich, quien formó parte de la defensa del intérprete de “Tocando fondo”, narró cómo fue su primer encuentro con el fallecido Francisco Alor Quezada, entonces procurador, en Chetumal. La reunión fue muy desagradable. La primera manifestación que tuvo el procurador fue abrir el cajón de su escritorio y decir: ‘Licenciado, qué bueno que ya llegó. Lo estábamos esperando con el cajón abierto. Su problema se va a resolver con un millón de dólares’. Situación que me pareció absolutamente denigrante para un funcionario que se dedica a procurar justicia”, reveló Woolrich. Pero eso no fue todo. Woolrich después se enteró que justo ése era el modus operandi de Alor Quezada. El propietario de un hotel de Bacalar le contó que la joven (Daiana) que acusó a Kalimba hacía lo mismo con muchos clientes extranjeros y mexicanos. En colusión con el entonces procurador, pedían de 5 a 15 mil pesos para no presentar denuncia de violación. Lo que él pretendía era incriminar a una gente inocente para obtener un beneficio económico”, puntualizó quien fue abogado de Kalimba.

Procurador desapareció evidencias a favor de Kalimba: Woolrich

Por otro lado, el abogado Woolrich reveló que el entonces procurador también construyó todo un expediente falso. En este, se hacía referencia a un “testigo supremo”: un trabajador del hotel que, presuntamente, había visto al ex OV7 con Daiana. No obstante, después se supo Asimismo, Alor Quezada desapareció un video donde Daiana se despedía de Kalimba en el aeropuerto, precisó Woolrich. Para hacer ese tipo de fabricación de pruebas, el procurador contaba con todos los medios para incriminar. Se desapareció ese video como desaparecieron otro tipo de pruebas. Pero cuando se abrió el término probatorio se pudo acreditar que no había la conducta delictiva por la que hacían la imputación tal severa [contra Kalimba]”, puntualizó Woolrich. Y apuntó que la familia de Kalimba no quiso tomar acciones contra el estado: sólo quería la libertad del cantante y que lo exoneraran.

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