La embajada de Estados Unidos en Israel se distanció el miércoles de un fotomontaje presentado el día anterior al embajador David Friedman en el cual los lugares santos musulmanes de Jerusalén desaparecen, sustituidos por un templo judío. Friedman fue fotografiado el martes, sonriente, junto a una imagen aérea de Jerusalén que le mostraron, pero que fue retocada. En la imagen, la Cúpula de la Roca y la mezquita Al Aqsa, en la sensible Explanada de las Mezquitas, habían desaparecido y dejado su lugar a la reproducción de un templo judío. Ante la polémica, la embajada estadounidense mostró su reprobación e indicó que los hechos se produjeron sin el conocimiento del diplomático. El montaje toca un tema especialmente sensible. La Explanada de las Mezquitas es el tercer lugar santo del islam, pero también la veneran los judíos —con el nombre de Monte del Templo— por ser el lugar donde se levantaba el templo destruido por los romanos en el año 70. Estos lugares santos se encuentran además en Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad anexionada por Israel, en el centro del conflicto palestino-israelí. Por razones históricas está bajo custodia de Jordania pero todos los accesos están bajo control de las fuerzas israelíes. Mientras que el lugar es un sitio de culto para los musulmanes, donde acuden a rezar decenas de miles de fieles cada semana, los judíos tan solo tienen derecho a visitarlo en horas específicas, pero tienen prohibido rezar. Todo intento de cuestionar este statu quo es susceptible de encender los ánimos de los musulmanes. Una minoría de judíos reclama la soberanía del lugar y promueven sin descanso la reconstrucción del templo. Un posible apoyo estadounidense sería explosivo. La embajada de Estados Unidos aseguró que este no era el caso. “El embajador Friedman desconocía lo que representaba la imagen que se le mostró cuando se tomó la foto”, escribió la embajada en Twitter, “está profundamente decepcionado”. “La política estadounidense es absolutamente clara: apoyamos el statu quo”. La fotografía se tomó durante una visita a la organización Ahiya en Bnei Brak (centro), que ayuda a los niños con dificultades de aprendizaje. “Pedimos perdón al embajador de Estados Unidos en Israel y a la embajada”, dijo Ahiya en un comunicado. El incidente tiene lugar menos de diez días después del traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén. La mudanza ha indignado a los palestinos, que lo interpretan como la negación a sus reivindicaciones sobre Jerusalén Este. -- EL ZÓCALO