Estamos a semanas de que los partidos elijan a sus candidatos a la gubernatura para el Estado de San Luis Potosí. ¿Cuáles son los escenarios que nos deparan en cada instituto político?. Revisemos. En el PAN me parece que la dirigencia nacional tiene bastante claro, como muchos panistas locales, que el candidato más fuerte que pueden presentar es el alcalde de la capital Xavier Nava Palacios. Sus virtudes son que ganó contundente su elección a presidente municipal, cumplió con denunciar formalmente la corrupción de Ricardo Gallardo Juárez, sacó adelante las quebradas finanzas del ayuntamiento, entrega buenos resultados en obras y servicios municipales y es el mejor posicionado en la mayoría de las encuestas que se han difundido en las últimas semanas. Sin embargo, la dirigencia nacional panista debe resolver dos obstáculos antes: la posibilidad de que el nieto del doctor Salvador Nava pueda ser tentado por Andrés Manuel López Obrador para ser candidato de Morena, y; la revuelta que podrían organizar los otros panistas que también aspiran. Las dos las resuelve la dirigencia panista si lo hace ya. Las dos pueden tener resultados catastróficos, si siguen en la indecisión. Por otro lado, en Morena tienen la gran ventaja de que hay muchos potosinos que aún creen en el cambio que ofreció el presidente López Obrador y, al igual que lo hicieron en las pasadas elecciones, votarán por los candidatos que les presente el Movimiento de Regeneración Nacional, sin importar que ahí vayan algunos personajes impresentables como el celebre diputado local Mijis. La desventaja de Morena es que también existen miles de potosinos desencantados con el cambio que prometió López Obrador y, nomás no llega, y; otras desventajas son que Morena no cuenta con una estructura de partido y que su dirigencia es bastante disfuncional.  Finalmente, la tercer fuerza que puede incidir en las elecciones es el PRI, que ya ha dicho, ante su difícil circunstancia, que está abierto a las alianzas, incluso con Morena. La mesa está servida. Si las cosas caminan de manera normal, es probable que Xavier Nava vaya como candidato del PAN y Morena postule a un político como Juan Ramiro Robledo.

Si el PRI no encuentra alianza, tal vez vaya con Joel Ramírez Díaz.

Si las cosas se salen de lo normal. Podríamos ver al PAN con un candidato de bajo perfil, a Morena con alguien impresentable, pero leal a López Obrador y, al PRI, sin cambios. Pero que necesidad de complicarse la vida.