Después de un largo silencio mientras la justicia federal le congelaba cuentas bancarias de su empresa Tekmol, cateaba su lujoso hotel spa y le clausuraban su gasolinera, el ex diputado local José Luis Romero ha vuelto y asegura el que con mucha agallas. Conociendo como se manejan las cosas en la política no me sorprendería que ya hizo algún arreglo en lo oscurito y por eso ahora aparezca brabucón y con un velo de impunidad. Tengo datos que uno de sus múltiples amparos al parecer le funcionó y le van a descongelar una parte del dinero, por sus diversas publicaciones que promociona en su perfil de Facebook nos da a entender que al final siente que la va a librar y que el compromiso de López Obrador de ir realmente a fondo en la lucha del robo del combustible dista mucho de la realidad. Si resulta cierto esto y Romero Calzada sale impune será un golpe brutal para la credibilidad del primer mandatario de la nación Andrés Manuel López Obrador. Si no tocó a los salmones menos a los peces gordos. Insisto, me llega cierto tufo a impunidad ante las burlas de este orate personaje que dice tener muchas agallas. En cuanto a la Fiscalía Estatal ahí no huele a impunidad, ahí apesta ya que las cinco denuncias de víctimas que aseguran les fueron falsificadas sus firmas y por medio de empresas fantasmas Romero Calzada presuntamente se embolso una buena cantidad de dinero destinado para ayudas sociales se mantienen congeladas. El encubrimiento de Federico Garza es más que evidente y denota que existen muchos favores que se han empezado a cobrar.