La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), a través del Consejo Estatal para la Prevención del Sida (Coesida) realiza una campaña para detectar y otorgar tratamiento contra la hepatitis C en apoyo a las personas privadas de la libertad, una población que se considera altamente vulnerable ante este padecimiento.   La campaña, que lleva el nombre “Curar la Hepatitis C en los Centros Penitenciarios: Una estrategia para su eliminación en Jalisco”, se realiza en coordinación con la Fiscalía del Estado (FE) y la Dirección General de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad de Jalisco.   La estrategia consta de dos fases: la primera inició el pasado 3 de mayo y culminó ayer. Durante ese lapso se realizaron 7,135 pruebas de detección, de las cuales 211 se encuentran en estudio de especialidad; mientras que 33 personas ya reciben tratamiento y seis fueron detectadas con coinfección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y virus de hepatitis C.    En esta primera fase las pruebas se aplicaron principalmente a personas privadas de la libertad (PPL), institucionalizadas en la Comisaría de Prisión Preventiva (Reclusorio Preventivo), la Comisaría de Sentenciados (CRS), la Comisaría de Reinserción Femenil (Reclusorio Femenil) y el Reclusorio Metropolitano, pertenecientes al Complejo Penitenciario ubicado en Puente Grande, municipio de El Salto. La participación para realizarse la prueba contra el virus de la hepatitis C es voluntaria.   La segunda fase se implementará a partir de mañana 1 de julio y hasta el 23 del mismo mes, las pruebas se realizarán a PPL consignadas en los Centros Penitenciarios foráneos.    El Coesida ofrece detección oportuna del virus de la hepatitis C, y a quien resulta positivo a la prueba (reactivo) se le aplican estudios de especialidad para confirmar si tiene la infección y para conocer si existe daño hepático o en médula ósea; posteriormente se le incluye en el programa de tratamiento con la dotación gratuita para la cura de la enfermedad y su seguimiento en los servicios de atención primaria dentro de los mismos centros penitenciarios.   Esta campaña beneficia de manera indirecta a las familias de las PPL, custodios y personal administrativo que labora en dichas instituciones (si alguien sale positivo se le invita para que los familiares de más contacto también se realicen pruebas de detección).   En septiembre de 2020 el Coesida arrancó el programa de eliminación de la hepatitis C en Jalisco, donde participa el Laboratorio Estatal de Salud Pública, el Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea, los Comités Municipales para la prevención del Sida (Comusidas) y el Hospital Civil de Guadalajara como una de las unidades donde se canalizarán a los pacientes para su tratamiento sin costo.   Así el Gobierno de Jalisco se suma al objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de erradicar para el 2030 el virus de la hepatitis C en el mundo. A nivel estatal la meta es la eliminación de esa enfermedad en Centros Penitenciarios.   DE LA HEPATITIS C   La Hepatitis C es causada por el virus del mismo nombre; es una enfermedad que afecta al hígado y que rara vez presenta síntomas en los primeros años de la infección. Las personas pueden permanecer asintomáticas por mucho tiempo.   En algunos casos puede convertirse en una enfermedad crónica, provocando serios problemas de salud como cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.   Esta infección se transmite por contacto con la sangre de una persona infectada, se puede adquirir si se comparten agujas y otros objetos utilizados para inyectarse drogas, por compartir cepillos de dientes, rastrillos, por prácticas sexuales sin protección, por transmisión vertical (madre-hijo) o por instrumental no estéril en procedimientos médicos, perforaciones y tatuajes.   Actualmente la hepatitis C es curable, las personas pueden realizarse una prueba de detección, recibir atención médica y tratamiento gratuito que les permita llevar una vida activa y plena.   EN NÚMEROS   ·        En Jalisco durante 2019 se trataron 80 pacientes con coinfección del virus de inmunodeficiencia humana y el virus de la hepatitis C. ·        En 2020 comenzaron las pruebas de tamizaje; se diagnosticaron y trataron a 138 personas. ·        En 2021, al corte del 30 de junio, se han realizado 7,135 pruebas de detección en centros penitenciarios. ·        Se estima que en México existen entre 400 mil a 600 mil personas con hepatitis C, de las cuales solo el 25 por ciento conoce su diagnóstico y el 1 por ciento recibe tratamiento.