Tras una postemporada de ensueño, que terminó con un pitcheo que le dio a los Dodgers el triunfo en la Serie Mundial, el sinaloense Julio César Urías lucha ahora por ganarse nuevamente un puesto en la rotación de la novena californiana. El zurdo mexicano es uno de los ochos lanzadores que aspiran a uno de los cinco puestos de abridor disponibles en Los Ángeles, en una lista que incluye a tres ganadores de Premio Cy Young, Clayton Kershaw, David Price y el recién incorporado Trevor Bauer, además Walker Buherle, quien ha sido el mejor pitcher de la escuadra las últimas tres campañas. Desde que debuté en 2016, nunca he tenido definido mi rol”, dijo Urías, pese a que en 2020, desde antes de su primera salida en el Spring Training, ya sabía que tenía un puesto seguro en la rotación. Hoy, con el regreso de Price, quien prefirió no jugar en 2020, y la incorporación de Bauer, más las buenas temporadas de Tony Gonsolin, Dustin May y, la más reciente adquisición, Jimmy Nelson, hacen que parezca todo como una batalla sin cuartel. “No es una competencia”, aclara. “Voy a salir a dar lo mejor, y el equipo va a decir lo que más le convenga. Yo voy a estar listo para que me pongan donde quieran”. Urías no tiene problemas con la opción de ser relevista, aunque ser abridor es su rol predilecto. “Sé lo que es venir del bullpen, me gusta, es una adrenalina diferente”, dijo el sinaloense quien en los pasados playoffs sacó los outs que llevaron a los Dodgers a ganar la Serie de Campeonato y después la Serie Mundial. Estoy más acostumbrado a ser abridor, a prepararme para lanzar cada cinco días, pero estoy en un gran equipo, cuando estás en un equipo así, que ya ganó la Serie Mundial y quiere repetir, te tienes que adaptar a lo que quieran de ti”.   El miércoles, en su primera salida de la pretemporada, Urías permitió dos hits y una carrera y apenas sacó dos outs. Dave Roberts, su manager, no tiene ninguna preocupación. “Su recta estuvo formidable, quizás si hubiera lanzado más rompientes, como lo sabe hacer, no hubiera tenido problemas, pero el plan era ir más con su recta”, explicó.   EXCÉLSIOR