El pasado 14 de mayo se publicaron en el Periódico oficial, las modificaciones a la le ley de educación del Estado de San Luis Potosí, que se aprobaron en el Congreso del Estado, sin el consenso de “nuestros representantes” con los sectores interesados. Situación que se volvió tema de interés de muchas personas y que debe ser atendido por muchos potosinos, primero porque enuncia uno de los temas más importantes de toda sociedad, puntal de grandes avances y atrasos de nuestros tiempos, la Educación además porque también incurría en alcances en términos de modificaciones de gran trascendencia para todos como: Que inmuebles podrían ser parte del sistema educativo estatal, que la autoridad podría interferir en cuotas, así como los contenidos educativos y hasta los colores de la imagen institucional y uniformes escolares. Textos que se integraban a esta ley, dejando abierta la posibilidad de una interpretación, que podría ser muy dañina para todas las escuelas privadas que ya trabajan en San Luis Potosí. Toda esta inquietud a consecucioncita del escándalo que sucedió en Puebla, donde su Gobernador Miguel Barbosa, impulso en el Congreso poblano una ley muy parecida y agresiva para la educación privada en ese Estado, que ya cuenta con la oposición de 73 instituciones educativas y 29 asociaciones civiles que se han manifestado por los alcances que pretende esta ley en aquel Estado. Estas organizaciones e Intuiciones educativas reclaman que se establezca un dialogo, para corregir las ambigüedades, excesos, ocurrencias, intervencionismos y contradicciones de la ley que se aprobó el pasado 15 de mayo (día del maestro) en aquella entidad, donde ya se presentaron 63 amparos en los tribunales poblanos. Por cierto Puebla es el Estado que más Universidades tiene en México (de acuerdo al Sistema Nacional de Información, existen 486 Universidades) esto lo pondría como el lugar ideal, para implementar un “modelo” de este tipo con esta Ley de Educación en México y su controvertido Gobernador de perfil particular y encarnado al proyecto que abandera el Presidente López Obrador, lo haría el lugar más adecuado para

convertirse en un laboratorio social y político alterno a la Presidencia de la Republica, además por la importancia de este Estado. ¿Pero porque San Luis Potosí? En este momento todas las instituciones privadas de San Luis Potosí e incluso algunas publicas también, están muy preocupadas de lo que podría pasan aquí, sobre todo porque se convierta en un eco de las “obscuras intenciones” de meter la educación privada en el mismo costal de la pública, con las respectivas consecuencias y excesos que esto implica. La posesión de los inmuebles, propios o arrendados, el control de las cuotas escolares, la definición de los contenidos y hasta los colores de los uniformes, son algunos de los alcances que quedarían abiertos a la interpretación. Hoy países como Suiza donde la educación por cierto de gran calidad mundial, es gratuita y obligatoria, más de un 90 % de jóvenes suizos asisten a escuelas privadas, sin la necesidad de acudir a una privada que son extremadamente caras. Aquí en México la educación pública depende mucho de la educación privada, en el nivel superior más de un 30% de las escuelas son privadas, para llegar a todos los mexicanos y para llegar a los niéveles que la OCDE demanda a nuestro país para encaminar nuestros pasos a los de los miembros de esta organización. ¿Qué fue lo que paso aquí?

A diferencia de Puebla aquí ya existe un “puente” de comunicación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo con las instituciones educativas, esfuerzo que acompaña Coparmex San Luis Potosí, con miras a “corregir” los artículos de la ley que por su ambigüedad permitan una interpretación “no adecuada”, ya existen 3 propuestas que diputados potosinos de diferentes filiaciones políticas, presentaron para que esta ley no atente contra los potosinos, para por el contrario ser benéfica. Queremos pensar que fue falta de pericia política, sobre todo por el momento en que se presenta esta ley, en medio de una crisis de salud y económica, donde algunas instituciones educativas incluso cerrarían sus puertas, al no soportar esta histórica pandemia. San Luis Potosí afortunadamente no tiene el Gobierno que tiene Puebla, pero si la necesidad de hacer equipo con el Gobierno Federal, más aún en el último año de Gobierno y esperemos que aquí todo se arregle con los medios que están hecho para este fin, el dialogo y el parlamento abierto al interés de los potosinos. ¡Pero qué mala educación! ¿Qué necesidad de causar inquietud?  en algo que no lo ameritaba, porque hacer cosas buenas que parecen malas?, pero lo cierto es que hasta que no se ajusten los artículos de las letras “chiquitas” podría haber graves problemas, pasando a ser “cosas malas” hechas a escondidas.

Jorge Armendáriz Gallardo

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