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Un estudio de Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México hace notar que en nuestra zona metropolitana, 88% de los recursos públicos para movilidad provienen del gobierno federal
01:31 viernes 11 octubre, 2019
ColaboradoresBenjamin Alva
Un conjunto de estudios elaborados por instituciones reconocidas revelan que nuestra zona metropolitana privilegia el transporte en automóvil, diferente a lo que sucede a nivel estatal. Destacamos por ser una de las zonas urbanas donde se pierde la mayor cantidad de recursos en la congestión, derivado del aumento exponencial que hemos dedicado a nuestros desplazamientos y la falta de infraestructura para una movilidad sustentable. A continuación algunos datos que dimensionan nuestra situación.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la congestión de vehículos cuesta tiempo y resta competitividad, por ello hay que priorizar la inversión en transporte público y medios no motorizados. En nuestra ciudad la congestión vehicular cuesta 1,101 millones de pesos al año, somos la 11ª ciudad con el mayor costo, 31% es generado por el auto y 69% por el transporte público; esto se explica por la cantidad de personas y horas de cada una, en total perdemos un promedio de 52.17 horas por año. Las horas perdidas equivalen a 7 días de trabajo, 35 partidos de futbol, ir 5 veces en avión de México a Francia, ir en camión 8 veces de San Luis a Monterrey.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), la movilidad activa es una de las principales formas de movilidad en el estado: 6 de cada 10 personas van a la escuela caminando, casi el mismo porcentaje que va en bicicleta al trabajo; 4 de cada 10 van caminando al trabajo, 3 de cada 10 va a la escuela en bicicleta. En transporte público 25% de las personas se desplazan al trabajo, mismo porcentaje que a la escuela; un poco inferior a las personas que se trasladan en auto, representan 30%. Con esta movilidad que en los municipios menos urbanos privilegia al peatón y la bicicleta, una de las principales conclusiones es que la movilidad nos está costando vidas humanas, discapacidad y discriminación.
Un estudio de Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México hace notar que en nuestra zona metropolitana, 88% de los recursos públicos para movilidad provienen del gobierno federal, 81% es canalizada al automóvil (infraestructura vial y pavimentación), el tipo de movilidad menos atendida por el presupuesto es el peatón y el transporte público.
De acuerdo con el programa de movilidad INtegrate, elaborado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para la Unión de Usuarios de la Zona Industrial (UUZI), la Avenida Industrias tienen una distancia de 5.5 kms, se ubican más de 120 empresas con casi treinta mil trabajadores. Los principales problemas de esta zona es la mala organización, falta de señalética y tránsito pesado en horas pico; destaca la falta de espacios para el peatón y la bicicleta, es decir para la movilidad activa.
En esta zona, por cada transporte de personal en un minuto pasan siete coches. El transporte particular es superior en su circulación a otras formas de movilidad, el transporte de personal es la segunda opción en unidades pero la primera en numero de personas que mueve, la bicicleta ocupa la tercera posición, el transporte público de pasajeros es la última forma de movilidad utilizada en este sector.
Se registran más de 7,600 autos que llegan diariamente a las empresas, sin embargo se tiene una capacidad estimada de 4,300 cajones; la diferencia ocupa la calle como estacionamiento, restando espacio a la circulación, 90% de las empresas tienen espacio de estacionamiento con capacidad de hasta 100 autos; una cuarta parte de las empresas genera la mitad del tránsito de los autos.
El transporte de personal se concentra en un horario de 6 a 9 am, 70% de las empresas cuenta con transporte de personal, dos de cada tres empresas trasladan menos de 200 empleados diariamente; la mitad tienen de 1 a 5 unidades de transporte, y una tercera parte tienen de 5 a 10 unidades.
Estos datos revelan de alguna manera la dimensión de nuestro problema. La movilidad es ya un tema sumamente complejo, la falta de instituciones, leyes dedicadas a su atención de manera integral lo hacen difícil de atención. Existen muchas iniciativas que provienen de organismos empresariales, desarrolladores inmobiliarios y el gobierno; la mayoría son vialidades que más que resolver el aumento en los tiempos de traslado podrían intensificarlo. Es tiempo de atender nuestra movilidad de otra manera, una más sustentable, ordenada y centrada en las personas.