Es curioso cómo los nueve candidatos que aspiran a ser la autoridad máxima del estado de San Luis Potosí, que tendrá que diseñar las nuevas estrategias de enfrentamiento a la pandemia, su manejo y control de contagios… son precisamente ellos, los primeros en ser los que desobedecen las precauciones y medidas de prevención anticovid, con la organización de mítines políticos masivos a los cuales se pueden ver en las múltiples escenas vistas en este fin de semana, la asistencia de jóvenes, niños, adultos mayores… en fin.  Lo peor de esto es que no solo es una contradicción total de las autoridades locales, sino que es una auténtica vergüenza, cómo es posible que teniendo los cines cerrados, los estadios; los restaurantes y hoteles con una disminución de aforos, mientras que los políticos pueden hacer y deshacer a su antojo las políticas de salud para prevenir contagios… prácticamente les ha valido, e incluso pareciera que así va a ser de aquí hasta junio próximo viendo cómo los candidatos desobedecerán una y otra vez la voz del llamado a la congruencia y la razón.  ¿Por qué, los políticos se resisten tanto a dejar la vieja forma de hacer campañas? La política de la matraca, el acarreo, los discursos vacíos de siempre, el reparto de responsabilidades y las mismas palabras huecas que ya suenan a una comedia trágica en la que al final todo serán promesas que se llevará el viento, una vez que lleguen al poder. Ni en tiempos de pandemia los aspirantes a puestos de elección popular en SLP renuncian a sus reuniones callejeras con simpatizantes. No importa la sana distancia, sino seguir en contacto con la gente. Mientras… el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), sin dientes, con miedo a poder decirles algo o intentar prohibirles sus mítines cuando ya hasta en otras partes del país hasta está prohibido hacerlo.

Quizás, no se animan a cambiar sus formas de hacer campaña y demostrar la verdadera capacidad de ser un candidato o candidata de ideas, de oratoria, de capacidad de análisis y propuestas… pero sólos, sin el brazo de los acarreados y la matraca; probablemente así veríamos qué tipo de verdaderos políticos son… Porque lo que me queda claro es que necesitan estar acompañados, por no decir amontonados de acarreados, para no demostrar lo vacíos que están en el interior… intelectualmente hablando. Es decir, tenemos políticos que sólo funcionan acompañados porque tienen miedo de enfrentarse al juicio de los potosinos, solos.  Sólo el tiempo les dirá que tan alejados están de nosotros, la ciudadanía.  Nos leemos el próximo lunes, hasta entonces… hasta siempre.