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Tercer entrega: ¿y ese 1942 donde se celebró? y la elección de la Reyna: política y la currada vs la barriada
00:47 viernes 16 agosto, 2019
ColaboradoresCartas desde mi burladero…
San Luis Potosí, S. L. P., a los 15 días del mes de agosto del año de Gracia del tercer milenio y de la era cristiana de 2019
SRA. LORENA VALLE RODRIGUEZ
PRESIDENTA DEL SISTEMA ESTATAL DIF DE SAN LUIS POTOSI
PRESENTE.-
Estimada Licenciada:
He sabido con gusto el éxito que ha tenido la venta de los lugares que se destinaron en el “Teatro del Pueblo” de la FENAPO para el DIF estatal, denominados “Zona con causa”, que para quien no ha ido, se trata de un área en la explanada del teatro -por cierto, con techo nuevecito- donde se venden los lugares a fin de que este recurso sea destinado a las obras que el DIF estatal lleva a cabo, como los centros “Crecer para la Vida” 1 y 2, así como el centro “Jóvenes con rumbo” que tienen como fin procurar que niños y jóvenes enfoquen su tiempo libre en actividades que permitan su correcto desarrollo en horas donde sus padres están trabajando y no pueden ser atendidos al 100% por ellos. Por lo pronto el de ayer en la noche de “Matute” agotado el boletaje. ¡Enhorabuena!. Y abonando al éxito ferial, también en la zona de restaurantes que tienen vista al Teatro, todo estaba reservado y ya no alcance mesa, reiterando el éxito provocado por este grupo que tocan música de nuestra generación, la de Usted y la mía. Y esperando grandes llenos para los siguientes eventos que abonen a lograr un recurso para el DIF y sus obras.
Por lo pronto, continuo con el bonito relato sobre el origen y evolución de nuestra FENAPO y en este caso la primera elección de la Reyna y el tema político de la época.
Es 1942. No solamente en el otrora romántico “El Universal”, “El Gran Diario de México”, de gran tabloide, que nuestros abuelos leían en San Luis ya entrado el medio día cuando llegaba a la antigua estación del tren, sino en el folleto estelar donde se anunciaba e invitaba a la PRIMERA GRAN FERIA POTOSINA fue detonante para la gran expectación. Lo mismo los locales que los foráneos empezaron a correr el rumor emocionados de este gran evento, donde se conjuntarían los festejos religiosos a San Luis Rey de Francia con las exhibiciones industriales, artesanales, ganaderas y agrícolas, con el baile, con los juegos, los toros y las diversiones que estaban haciendo de San Luis un diamante poco presumido, pero si con el brillo suficiente del que ahora seguimos gozando:
“…en atención a la palpable corriente de vitalidad que se manifiesta en todos los órdenes de la vida social de San Luis Potosí y a la necesidad que existe en los graves momentos actuales de que todo el país se unifique en un esfuerzo supremo por aumentar la producción en todas sus ramas, el Gobierno del Estado y el H. Concejo Municipal, presidido por el C. Coronel Ramón Jiménez Delgado y el C. Alfonso Viramontes Jr., respectivamente, han considerado oportuna y conveniente la celebración de la 1ª Gran Feria Potosina que principiará el 23 de agosto de 1942 y concluirá el 6 de septiembre…”.
Fue como remató el llamativo folleto y el periódico “El Universal” la publicidad de nuestra primer gran feria en aquella lejana fecha, en donde atendiendo a la época, se les da el lugar a las autoridades locales como promotores de este gran evento. Y aunque desde su origen el Comité Organizador lo presidia la Sociedad Civil, en esos tiempos se perdonaba todo y los políticos iban por delante… son los 40´s.
Sus primeros organizadores y sitio…
Obviamente la residencia de nuestra Primer Gran Feria no es donde actualmente la conocemos, esta magna fiesta tuvo como escenarios prácticamente toda la ciudad: la Alameda, los 7 barrios, la Plaza de Toros “El Paseo”, el Cine-Teatro Alameda, el patio del Edificio Central de la UASLP y el campo de aviación en dónde se llevaron a cabo las carreras de caballos. Que, como breviario cultural, se encontraba en las actuales zonas de las Colonias Jardín y Burócrata, cuya pista para los pocos aviones y avionetas que bajaban sobre el Valle del Tangamanga era el trazo de la actual Avenida Himno Nacional. ADVERTENCIA AL LECTOR: Por ser época festiva y de relatoría histórica “desde mi burladero”, prometí no hablar de política, pero tendré que entrar a la historia política de aquellos ayeres, para poder entender la polémica en la que se envolvió la coronación de nuestra primera soberana ferial, sirve que así la actual clase política que me brinda un tiempo, se cultivan de su pasado:
El Gral. Saturnino Cedillo, había controlado el escenario político de nuestro estado, como el Caudillo a quien le había correspondido mantener el orden y tranquilidad en San Luis Potosí, por las buenas o las malas y a su manera y siempre y cuando no rebasaran la voluntad presidencial. Esa era la regla nacional del nuevo sistema político mexicano pos-revolucionario. Los “Caudillos” revolucionarios y cristeros que habían sobrevivido recibían como premio sus estados de origen. Cedillo fue uno de ellos. Y aunque su gobierno fue de 1927 a 1931, todavía controló las alcaldías y la silla de Palacio de Gobierno potosino hasta su derrota contra el presidente Lázaro Cárdenas en enero de 39. Un breve espacio de refuego y reacomodo militar y político y reaparece en escena un recién desempacado de Europa Diplomático, revolucionario y extraordinario político: el Gral. Gonzalo N. Santos.
A principios de la década de los 40´s gobernaba San Luis el Gral. Reynaldo Pérez Gallardo, a quien se le recuerda por protagonizar una etapa turbulenta y de desorden en la vida política tunera. Y don Gonzalo lo relata en sus “Memorias”: se trasladó a la Ciudad de México para denunciar a Pérez Gallardo de sus tropelías, directamente con su compadre el Presidente don Manuel Ávila Camacho, quienes decidieron que fuera el Coronel Ramon Jiménez Delgado, antiguo zapatista, el que relevara a Pérez Gallardo en la silla del Palacio de Jardín Hidalgo No. 10 para el periodo 1942-1943.
El alcalde capitalino era el Lic. José de la Luz Cerda, gente del Gral. Genovevo Rivas Guillén también destacadísimo e importante político potosino; Cerda fue “anti-cedillista” recalcitrante y alejado del “santismo”.
Resulta entonces que el Gobernador Jiménez Delgado, previo “consejo” de don Gonzalo N. Santos, movió los hilos del poder y logro destituir al alcalde José de la Luz Cerda. Nombrando un H. Consejo Municipal presidido por el ciudadano Alfonso Viramontes Jr. Cerrando así en 1942, con esa jugada política perfectamente manejada por parte de Santos, la pinza que logra la estabilidad política previo a la elección de 1943. ¿Y todo esto que tiene que ver con la historia de la FENAPO de 1942?.
1. Ya en la calma del poder, el Gobernador Jiménez Delgado y el Alcalde Alfonso Viramontes, nombran al primer Comité Organizador de esta PRIMERA GRAN FERIA POTOSINA:
Presidente: Don Jesús Mejía Viadero.
Secretario: Dr. Manuel Hernández Muro.
2. Y lo interesante, las dos candidatas al cetro y trono ferial fueron las señoritas:
-Lucia Sánchez Lavín, apoyada por los Rotarios, la Cámara de Comercio y la currada potosina. Identificada con el “santismo”, o al menos con los “anti-rivas guillenistas”.
-Y Elvia Cerda Morales, sobrina del depuesto alcalde municipal, Lic. José de la Luz Cerda. Apoyada por las clases medias, populares y la barriada, pues su tío el ex -alcalde era bien recordado entre estos sectores, y su padre, don Salvador Cerda, de oficio telegrafista, tenia de su lado a su gremio y a los aguerridos y numerosos ferrocarrileros. Y por su tío, identificada con el “rivas guillenismo”.
La currada potosina vs la barriada popular
Los Generales Gonzalo N. Santos y Genovevo Rivas Guillén se disputarían la candidatura gubernamental por el Partido de la Revolución Mexicana -antecedente del PRI- en 1943. ¿Quién la ganaría? Eso es otra historia… pero con este escenario, la elección de la primer Reyna de la PRIMERA GRAN FERIA POTOSINA de 1942 sería por lo tanto un tema político y de fuerza social.
Así que en la próxima entrega: ¿Cómo se dio la elección y quien gano? y los primeros días de feria. Por lo pronto yo hoy en la noche me voy a los toros, que reparta suerte Dios.
Y adiós.
Gustavo I. Robledo Guillén