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Sin embargo, algo que vale la pena resaltar, fueron los aprendizajes que podemos observar con la aplicación de una evaluación de este tipo. Lo cual, por principio de cuentas, la evidencia es precisa en la construcción de sistemas educativos mas eficientes y, me atrevo a decir, mas equitativos e incluyentes.
21:46 martes 18 febrero, 2020
ColaboradoresEl pasado lunes estuvo en la Ciudad de México Andreas Schleicher, director de Habilidades y Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presentando una conferencia sobre el logro de aprendizajes en nuestro país, la política pública educativa y los aprendizajes obtenidos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés). La sola información no resultó novedosa. Como dimos cuenta en este espacio, después de más de una década de aplicación del instrumento, estamos estancados en lo que corresponde a los aprendizajes que potencian habilidades en los jóvenes de 15 años para el desarrollo de sus proyectos de vida. Únicamente el 35% de los estudiantes mexicanos obtuvieron el nivel suficiente para seguir avanzando en su aprendizaje y solo uno de cada 100 obtuvo resultados sobresalientes. Sin embargo, algo que vale la pena resaltar, fueron los aprendizajes que podemos observar con la aplicación de una evaluación de este tipo. Lo cual, por principio de cuentas, la evidencia es precisa en la construcción de sistemas educativos mas eficientes y, me atrevo a decir, mas equitativos e incluyentes. Primero, en nuestro país se ha privilegiado la política por encima de lo educativo. A lo largo de los últimos 15 años, el diseño de políticas públicas educativas ha permanecido secuestrado por los intereses específicos de una mayoría de personajes que, lejos de comprender la realidad, atender las áreas de oportunidad y optimizar los recursos en terreno, han preferido pactar medidas llenas de voluntarismo “social” pero vacías de presupuesto, capacidad y evaluación. Una segunda idea es la necesidad imperiosa de profesionalizar a los maestros. Si queremos ser coherentes con el discurso, es tiempo que apostemos por un acompañamiento pertinente en la labor que realizan en el aula. Es decir, programas diversos que le permitan tomar decisiones sobre su trayecto formativo alienado a su realidad. Si regresamos la vista atrás, ya sabemos que los cursos dirigidos y en cascada no tuvieron un efecto significativo en las prácticas de los maestros. ¿Por qué seguimos invirtiendo en esta modalidad? ¿Por qué seguimos apostando a la “capacitación” vertical y fuera de la escuela? Tal vez es tiempo de pensar en recuperar los aprendizajes y la experiencia de los profesores en la comunidad o propiciar espacios para que en libertad comenten sus necesidades y se puedan apoyar en sus pares. El CTE es un buen inicio, pero se ha desvirtuado en algunas comunidades escolares para cumplir actividades burocráticas. Se habla mucho de transformar la educación, pero esto será imposible si no establecemos procesos que motiven la mejora de las prácticas pedagógicas en la escuela. En relación con lo anterior, se desprende la evaluación de los procesos. Si tuviéramos la oportunidad de saber qué funciona y que no en la construcción de las comunidades escolares con base a la evidencia, tendríamos escenarios diversos para elegir caminos hacia la mejora continua. Como sociedad debemos tener la certeza de que los mejores maestros están en los contextos donde mas se necesitan. Claro, con incentivos diversos como salarios competitivos, materiales didácticos y seguridad en sus trayectos. La escuela rural no puede seguir siendo caseta de peaje para “avanzar” en la carrera docente, tiene que ser la mejor opción para quedarse con las y los niños. Otro punto para abordar son las becas. En este gobierno han sido la bandera de un compromiso de campaña para todos. Sin embargo, la evidencia internacional e incluso nacional nos muestran que este instrumento funciona para que mas niños y jóvenes tengan acceso a la escuela, pero eso no significa que estén aprendiendo. La redistribución de la riqueza el año pasado (la misma que en 2018) entre los estudiantes y sus familias es un indicador que puede resultar engañoso para saber si estamos avanzando en el sistema educativo. A esto le sumamos que los programas no cuentan con reglas de operación específicas, el dinero va en picada en un agujero negro de consecuencias devastadoras. ¿Por qué no pensar en los que realmente lo necesitan y crear mecanismos de atención prioritaria? De acuerdo con Schleicher, el cambio debería estar en los ambientes donde se desenvuelven los estudiantes. El ingreso a la escuela es importante, pero después lo que ocurre dentro de la escuela lo es aún más. Hoy, como ayer, debemos apostar a la innovación en el aula, permitir que los profesores experimenten nuevas metodologías de enseñanza, generar espacios para la convivencia de las familias con sus hijos, es decir, pensar en la escuela como un espacio para el desarrollo de todos. Para finalizar, más que la falta de oportunidades, o si se estudia en un plantel público o privado, es el entorno donde se desarrolla el estudiante lo que define su educación, por lo tanto, si un joven tiene el contexto adecuado puede tener un buen rendimiento, aunque su origen sea de escasos recursos. Es decir, no importa a qué tipo de escuela asista tu hijo porque el impacto mas redituable lo genera el contexto familiar y social en que se desenvuelva. No se trata de egos institucionales, sino de realmente estar con nuestros hijos y con sus maestros. Hoy contamos con evidencia para tomar mejores decisiones que sería un error seguir privilegiando el sentido asistencialista a través de las escuelas. Neceistamos entender nuestra realidad y aprender en el mediano y largo plazo. Si los políticos no lo entienden (o no lo pueden entender) debemos seguir impulsando este cambio desde la sociedad. Salto de página
La violencia ha escalado nuestra realidad. Ante un hecho condenable como el de Fátima (DEP) nuevamente se pone en evidencia la fragilidad del sistema educativo. En este caso, lejos de emitir un juicio directo sobre la escuela y sus maestros, debemos pensar en todas las víctimas, garantizar un acompañamiento pertinente es clave. Ante lo sucedido, debemos exigir la comunicación asertiva de las familias con sus comunidades escolares. Los protocolos tardan, el sentido común y la disposición a cambiar están en la voluntad de cada uno de nosotros. - - - - -
*Normalista
Director de Sembrando Horizontes A.C.
Twitter: @FhernandOziel Sembrando Horizontes A.C. (2018)
Es una organización de la sociedad civil que promueve y defiende el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes en el estado de San Luis Potosí a través de investigación aplicada, activación ciudadana y el impulso de proyectos educativos innovadores.
www.facebook.com/10xValles