Luego del escándalo mediático en el que se vio envuelta la diputada Angélica Mendoza Camacho durante el fin de semana, en entrevista desmintió que acudiera de forma prepotente a la clínica del IMSS en Cuauhtémoc y con la finalidad de obtener beneficio personal.    Tras darse a conocer los hechos a través de videos que circularon en redes sociales, la diputada y presidenta de la Comisión de Salud del Congreso del Estado explicó que efectivamente el viernes 6 de noviembre acudió al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social con el objetivo de entrevistarse con el director de la institución, o algún encargado de área.   El objetivo, asegura, era solicitar el apoyo para un derechohabiente que llevaba siete horas esperando que le realizaran un ultrasonido y no de personas allegadas, como se aseguró en algunos medios. “A mí me contacta a través de mi página de Facebook y me pide si lo podemos ayudar ya que requería de un hospital. Mi intención era ver si lo podían apoyar y de no ser así, entonces buscarle ayuda en otro hospital”, dijo.   De igual forma, indica que su propósito en ningún momento era la de ingresar al hospital, sino de ver si la podían atender en la puerta “es un hospital Covid, entonces yo sé que no se puede ingresar, la familia del joven está muy preocupada porque no sabían si lo atenderían o no”, explicó.   Asegura que se presentó de forma educada y amable y fue tratada de forma déspota por los elementos de vigilancia privada del hospital “me preguntan qué asunto iba a tratar y les dije que era personal y ahí comenzaron a jalarme y pegarme”.   La legisladora reconoció que sí llamo al secretario de Seguridad Pública Jaime Pineda al verse agredida, sin embargo, sus elementos no procedieron en contra de los vigilantes.   La denuncia por agresiones se encuentra ya interpuesta ante la Fiscalía General del Estado y en breve acudirá a la Mesa para Servidores Públicos para acusar a los elementos de Seguridad Pública por omisión, ya que se negaron a detener a quienes presuntamente la agredieron.