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Amigas y amigos, acaba de terminar la Navidad y quedan pocos días para empezar el 2018; el panorama económico y empresarial, es retador, y por ello necesitamos líderes empresariales que hagan contrapeso, que guíen, que marquen el paso empresarial, con un sentido humano, que nos permita avanzar hacia nuestros objetivos.
20:24 martes 26 diciembre, 2017
ColaboradoresAmigas y amigos, acaba de terminar la Navidad y quedan pocos días para empezar el 2018; el panorama económico y empresarial, es retador, y por ello necesitamos líderes empresariales que hagan contrapeso, que guíen, que marquen el paso empresarial, con un sentido humano, que nos permita avanzar hacia nuestros objetivos. He dedicado la mayoría de mis columnas durante el año al análisis político, económico, social y empresarial; buscamos siempre a los líderes, encontramos pocos, pero los que encontramos, son más que esas figuras que salen en las noticias, son personas, empresarios, con sentido social; son congruentes. Ante la ausencia de liderazgos políticos, me di a la tarea de buscar a los líderes empresariales, esos que son los verdaderos protagonistas del desarrollo económico. Y me di cuenta de la gran diferencia entre la preparación pública y la verdadera preparación empresarial; Raúl Martínez, (así, sin títulos nobiliarios, franco), Presidente de CANACINTRA San Luis potosí, empieza la entrevista ofreciéndome un café, y me encuentro con una persona que no dudo en responder a la pregunta inicial, ¿quién es Raúl Martínez? Normalmente cuando hablo del desempeño de los personajes políticos, evalúo su trayectoria, su desempeño, su historia, y créame es difícil hacerlo; encuentro en Raúl a una persona que hace exactamente lo contrario, siempre ha estado en constante preparación, le mete pasión, le mete sentido social, se tomó un año exclusivamente a la preparación como representante empresarial. Cuando hablo de sentido social, hablo de un representante que ayuda a las personas, que tiene un verdadero altruismo, les abre la puerta a los empresarios; con valentía, de esas que se enfrentan a los personajes públicos más poderosos, de esa valentía que antepone los intereses de la sociedad, de esa que genera respeto, que rompe paradigmas. Pero esto no se puede lograr, sin una filosofía, una filosofía que esté basada valores. Disciplina, respeto, enfoque al resultado, mantener una reputación, enérgico, demostrar con el trabajo, trabajo en equipo, democrático; eso es lo que se necesita, y aun cuando la política no es su prioridad, se sabe capaz de influir sobre ello. Pareciera que los halagos están a la orden del día, pero cuando eres empresario, buscas siempre las mejores prácticas, y encontré una: el liderazgo con enfoque social, el liderazgo que delega con la expectativa de sacar lo mejor de la gente, de darles un salario justo, seguridad social, educación, evitar a toda la costa la rotación, apoyar a la gente, instruir a la gente financieramente; cuando escuchaba esto, pensaba al mismo tiempo, que si existe forma de poder tener congruencia, no solamente en tu empresa, compartirlo con los demás. El liderazgo social empresarial, eso es lo que necesitamos, necesitamos a esos valientes que se enfrentan a todo, que saben que el bienestar común es el punto de partida, no la meta. Amigos y amigas, en San Luis, no todo es pleito y sombrerazo político, existen líderes, que nos dejan ver que no todo está perdido. Aprendamos, analicemos, propongamos, y aun mejor, tomemos el liderazgo de la sociedad, hagamos que las cosas sucedan, eso es el liderazgo, eso nos dice Raúl, el amigo que abre las puertas a la innovación, a la eficiencia y que me dio un último consejo: “Para tener la boca grande, hay que tener la cola corta”. Sígame o escríbame en: @Manuel_Galvan