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El narcotráfico es, sin duda, un fenómeno de nuestro tiempo. Es una realidad la producción, tráfico comercialización y consumo de drogas. Atrás quedaron las épocas en las que México era un lugar de paso o de trasiego.
02:03 martes 1 mayo, 2018
ColaboradoresEl narcotráfico es, sin duda, un fenómeno de nuestro tiempo. Es una realidad la producción, tráfico comercialización y consumo de drogas. Atrás quedaron las épocas en las que México era un lugar de paso o de trasiego. Hoy se produce, se comercializa y se consume todo tipo de drogas, independientemente de que al mismo tiempo sea puente para que llegue a Estados Unidos desde lugares muy diversos del mundo.
El narcotráfico ha traído consecuencias tenebrosas en la corrupción en el gobierno, de los ciudadanos, incluso de la economía con el lavado de dinero producto no solo de drogas, sino de tráfico de humanos y de armas. La pobreza, la falta de expectativas, y otros fenómenos sociales han contribuido al fortalecimiento de la presencia del narcotráfico en muchas regiones del país, amparado por un enorme manto corruptor; su gran fuerza económica, de violencia, compra autoridades, empresas, conciencias. Y todo ello ha permeado en muy diversas expresiones culturales; ahí está la narcocultura, los narcocorridos, que recuperaron la mejor tradición de los héroes fugados en la revolución mexicana, trasladaron a los narcos a un sitio guardado para los revolucionarios, desplazaron a los héroes y endiosaron a los villanos. Hasta nuestro lenguaje cotidiano se ha modificado, evidenciado en significados de narcoeconomía o narcopolítica. También han sabido utilizar expresiones musicales como el rap, estilo que surge en los barrios negros y latinos de Nueva York en la década de 1970, con sonidos y melodías que agrupan distintas corrientes estéticas. ¿Ya te asomaste a los muy tenebrosos videos de ese joven rapero de 24 años que cometió la atrocidad de disolver los cuerpos de los tres estudiantes de cine asesinados en Zapopan? Cuánto deben haber sufrido esos muchachos, cuánto miedo debieron haber vivido, cuánto dolor. Y mientras el rapero Omar “N”, alias QBA, tiene activo un canal de YouTube con 121 mil seguidores y su música habla y muestra las imágenes de drogas, delincuencia y ejecuciones y jóvenes, muy jóvenes. Este individuo, conocido como QBA, confesó a las autoridades pertenecer al Cártel Jalisco Nueva Generación y dedicarse dentro de la célula a desintegrar cadáveres. Lo que él hace se ve en sus videos; sus seguidores coronan al famoso, al rey, al que hace dinero fácil, mala música y terroríficas letras. Las imágenes de personas torturadas, secuestradas, en barrios pobres, de calles oscuras, parece que estuviéramos viendo imágenes de los maras en el Salvador, pero no, es Zapopan, es México y son jóvenes, muy jóvenes mexicanos.
Volvamos a los tiempos electorales habrá que pensar como dice el periodista y escritor Jorge F, Fernández,” votemos por aquel candidato que pueda terminar con este horror de violencia, que tenga idea de cómo Vote usted por quien se atreva a guardar silencio por cien mil muertos, respeto y búsqueda de los más de treinta mil desaparecidos, justicia para miles de mujeres violadas y una abultada legión de políticos corruptos, prófugos y presentes. Vote usted por quien se atreva a sugerir la posible solución a la pesadilla que se prolonga o por lo menos, señalar, rescatar y promulgar todo y tanto lo que se opone a toda la barbarie que respiramos”. Y tú ¿qué opinas? @Pfloresblavier