A consecuencia de la pandemia por coronavirus, la Casa del Migrante tuvo que reducir el número de personas que ingresan a las instalaciones, lo que ha derivado en que los migrantes pernocten en las calles y esto ha causado molestia y enojo para con los vecinos. El padre Antonio Luna Aguilar, director de la Casa del Migrante precisó que se tiene capacidad para albergar a 300 personas, sin embargo, por las medidas del confinamiento a consecuencia de la pandemia no es posible pensar en ese aforo, sino reducirlo a un cupo máximo de 100 personas. Por tanto, dijo que los migrantes que cruzan por San Luis Potosí y no tienen la oportunidad de estar al interior pernoctan en las banquetas y esto ha derivado en molestias de los vecinos. “Ha generado un hartazgo de los vecinos porque están totalmente apostados en sus banquetas -los migrantes- en sus puertas; y no solamente eso, sino la basura, los desechos, hacen sus necesidades fisiológicas en las calles, en frente de las casas y eso ha generado una situación u compleja entre los vecinos”, explicó. En tanto, comentó que ha habido esfuerzos y se han condicionado las instalaciones para abrir espacios y recibir a pernoctar a los migrantes. Se espera que en una semana y media puedan terminar esas adecuaciones.