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06:28 jueves 10 octubre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / El infierno, según Topo Chico Gabriela Muñiz, alias La Pelirroja, fue recluida en julio de 2009 en el área femenil del penal de Topo Chico.
La habían acusado de liderar una banda de secuestradores: según las investigaciones, la joven, de 30 años de edad, se había dedicado a señalar a miembros acomodados de su círculo familiar, para que un grupo de cómplices los secuestrara. Año y medio más tarde, en diciembre de 2011, un médico del penal firmó una autorización para que La Pelirroja fuera trasladada en una camioneta del penal al Hospital Universitario. La joven había sufrido una violenta agresión. Presentaba, entre otras cosas, un hematoma en el estómago. Más tarde se sabría que el ataque había sido ordenado precisamente para sacarla del centro penitenciario: a unas calles de Topo Chico, un comando interceptó la camioneta y arrebató a la mujer de las manos a los custodios que la trasladaban. La versión inicial fue que La Pelirroja había sido rescatada por sus cómplices. Guardias y funcionarios quedaron bajo arraigo. No olvidan en Monterrey lo que ocurrió la madrugada siguiente. A las seis de la mañana, automovilistas reportaron que en un puente de la avenida Gonzalitos colgaba el cadáver semidesnudo de una joven. La víctima tenía el torso desnudo, presentaba golpes diversos. En el pecho y en la espalda le habían escrito con tinta negra: “Yair”. Era La Pelirroja. La autopsia demostró que la habían colgado viva. En el puente aparecieron las prendas de vestir de que la habían despojado antes de lanzarla al vacío: una camiseta y un sostén. El médico de Topo Chico confesó que lo habían amenazado de muerte para que ordenara el traslado. El jefe de seguridad del penal apare ció mutilado, dentro de una caja de plástico, unas semanas después. Sus restos fueron abandonados en el interior de un automóvil estacionado cerca de la prisión. Unos días antes habían barrido a tres custodios que recién terminaban su turno; en ese tiempo, alguien lanzó dos granadas sobre la barda de seguridad y cuatro reclusos quedaron gravemente heridos. A fines de enero de 2011, el cuerpo de una celadora fue abandonado en el estacionamiento de una tienda. Todo esto era la respuesta del crimen organizado ante el asesinato de La Pelirroja, y fue una de las miles de historias de horror que marcaron la cotidianidad de Topo Chico en sus 76 años de vida. Caminar hoy por las celdas abandonadas y llenas de sensaciones, es como sumergirse en el reino de la oscuridad. Ratas, basura, coladeras tapadas, imágenes en todos lados de la Santa Muerte, así como de la religión Yoruba: el escenario de la peor miseria humana imaginable ha quedado prácticamente intacto tras el cierre del centro penitenciario, el pasado 30 de septiembre. Los reos más peligrosos fueron enviados a centros federales; el resto de los reclusos, repartidos en los penales de Apodaca y Cadereyta. Según autoridades de Nuevo León, internos y celadores serán rotados periódicamente para impedir que la historia de Topo Chico vuelva a repetirse. “Tiroloco: nos veremos en el infierno”, está escrito en una celda. El olor que habita en ella taladra la nariz y se queda a vivir ahí durante varios días. Quedan restos de los jacuzzis, los aires acondicionados, los soportes de las pantallas de televisión que tuvieron en sus celdas los líderes del penal. Ahí ocurrió en 2016 el peor motín en la historia de las cárceles de México. Gente de Juan Pedro Saldívar Farías, El Z-27 (quien acababa de ingresar al penal), introdujo bidones de gasolina desde el área femenil de Topo Chico y avanzó hacia la celda donde Iván Hernández Cantú, alias El Credo, pasaba el rato con una mujer. La batalla duró cerca de tres horas, hubo 49 muertos (cinco de ellos calcinados) y varias decenas de heridos. El Z-27 se apoderó a partir de entonces del centro penitenciario, instaló en una de las celdas un lugar que los celadores llamaban “El Hilton de Topo Chico” (tenía hasta peluquería), y se convirtió en el amo no solo de la cárcel, sino de mucho de lo que sucedió fuera de esta. Pronto sabremos si el cierre de Topo Chico traerá consigo una reducción en los índices de violencia. Mientras tanto, no sobra recordar que más de 60 por ciento de las prisiones del país se rigen bajo el llamado autogobierno: que todo lo que aquí ocurrió, está sucediendo ahora en otras ciudades, en otros estados. OPINIÓN/ ¿Qué país está construyéndose? Los últimos acontecimientos de la vida nacional llevan a plantearse esta pregunta, aunada a ¿qué concepto de democracia tiene el actual bloque hegemónico en nuestro país, y de qué democracia hablamos los demás actores de nuestra sociedad? El cambio súbito en la correlación de fuerzas en 2018 modificó las coordenadas políticas, y se está imponiendo con inexorable determinación un preocupante ejercicio autoritario de gobierno con la narrativa de que ya estamos en un nuevo régimen político en el que la corrupción, los privilegios, el dispendio y el neoliberalismo son cosas del pasado. Con ese discurso como fachada, se han tomado un conjunto de decisiones discrecionales, al margen de la ley, en aras —dice AMLO— de “regresar al pueblo lo robado” y darle directamente los apoyos y “beneficios”, sin intermediarios supuestamente corruptos. En ese mismo tenor se descalifica el papel de las instituciones para disminuir sus funciones y destruirlas porque sus decisiones incomodan al Presidente. Y continúa en la captura de los poderes Legislativo y Judicial para ponerlos a su servicio, bajo presiones y amenazas. Así, los opositores estorban, salen sobrando; los medios de comunicación críticos son voceros de sus “adversarios”; los conservadores neoliberales, a los que hay que aplastar. Asimismo, la democracia sustancial, directa, participativa es la que importa, sin sociedad civil organizada, en oposición a la democracia representativa, “burguesa” o “neoliberal”; por eso deben aprobarse las consultas populares sobre los temas que el Presidente quiera, así como la “revocación de mandato”, con el objetivo de fortalecer el poder presidencial y sentar las bases para su reelección en el 2024. Por su parte, las conferencias mañaneras tienen el propósito de que el país gire en torno al Presidente, que él fije los términos del debate y la gente olvide los temas fundamentales que le aquejan todos los días: la inseguridad, la corrupción de altos funcionarios (como el insostenible Bartlett) o las asignaciones directas del 80% de contratos al margen de la ley, otorgados a sus amigos, sin “fiscalías autónomas”; los recortes presupuestales a estancias infantiles, a refugios para madres violentadas, para la prevención y atención del cáncer de mama; la cancelación de los comedores populares que beneficiaban a más de 600 mil personas pobres; los recortes a salud, educación, ciencia y tecnología; el creciente desempleo y las decenas de miles de despidos del gobierno federal. Recortes para concentrar dinero para su ejército electoral (los “Servidores de la Nación”), alimentar las clientelas de votantes a través de sus programas sociales y para financiar sus 100 universidades patito. Por todo ello no estamos en un nuevo régimen político, sino en una reedición del viejo régimen presidencialista, pero más reforzado. Neoliberalismo puro, no “post-neoliberalismo”. Viejo sistema de corrupción y de privilegios, solo que para sus nuevos amigos (“el capitalismo de cuates”). Y tampoco más ni mejor democracia, sino la cancelación de la democracia misma, sin equilibrio institucional de poderes. Recientemente comenté un libro de Carlos Pereyra (Sobre la democracia). Hoy, a más de 30 años, sus reflexiones y propuestas son absolutamente actuales. La democracia no es “todo aquello que hagan los gobiernos para que le vaya bien al pueblo”, como le escuché decir al expresidente Lugo del Paraguay en una reunión de partidos progresistas en Montevideo preocupados por la degradación de la democracia. La verdadera democracia es formal y representativa, con elecciones libres y periódicas y no opuesta a la se democracia directa, ni ésta en sustitución de aquella, como decía Pereyra. Se equivocan quienes creen que lo de AMLO es una moda pasajera. Estamos ante el proceso de destrucción de las instituciones y la construcción de un México más cerrado política, ideológica, cultural y económicamente. Cuidado con dejar que esto se consolide.
Frentes Políticos
1. Lastre. Qué cobardía agredir a una mujer diputada con la alevosía y ventaja de ser Gerardo Fernández Noroña. Diputados del PAN, PRI, PRD y MC respaldaron a la legisladora panista Adriana Dávila, quien acusó al petista de violencia política de género en su contra. Anticipó que presentará denuncias ante las autoridades correspondientes. Ante ello, el diputado rechazó las acusaciones. “No acepto acusaciones de misoginia y violencia de género”, dice quien ahora se presenta como víctima. La panista solicitó a la Mesa Directiva y a la Junta de Coordinación Política de San Lázaro garantizar su integridad física, pues aseguró que los dichos de Fernández Noroña la ponen en riesgo. “Hay que darle una chinga”, dijo el legislador, quien, por cierto, tiene la lejana ilusión de gobernar a este país. Así va en chinga, pero al basurero de la historia.
2. Con dinero baila el perro. Las prisiones de Zacatecas se han ido poblando de forma preocupante debido a los altos índices de violencia cometidos en su mayoría por menores de edad y jóvenes que rondan los 25 años, según cifras estatales. Y ahora, una vez desbordados, se escudan. Ismael Camberos, secretario de Seguridad Pública estatal, compareció ante los diputados locales luego de que se denunciaran autogobiernos en dos prisiones y por la falta de alimentos en otras. El emisario del gobernador Alejandro Tello se justificó asegurando que la federación no les mandó los recursos contemplados para la inversión en las cárceles y adelantó que a partir de este año la situación será de mayor inseguridad. Traducción: solos no pueden. ¿Así o menos confiables?
3. El peso del silencio. Con 111 votos a favor, tres en contra y cinco abstenciones, el pleno del Senado aprobó la renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y senadores de Morena ofrecieron que no habrá impunidad en este caso. “No hay ni habrá un pacto de impunidad”, aseguró Julio Menchaca. Nadie en el Senado defendió a Medina Mora, quien pudo abogar por sí mismo, pero declinó la oportunidad. Inclusive Martha Lucía Micher celebró que quienes ayer lo respaldaron, hoy le den la espalda. Una pregunta para todos: esta fractura histórica en la Corte, ¿no sería un buen momento para recomponer el camino de las decisiones que han tomado ciertos ministros no siempre a favor de las mayorías? Eso urge.
4. Va de nuevo. La Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el proyecto de decreto para que los funcionarios no perciban un salario mayor al del Presidente de la República. Se prevé la segunda lectura de las reformas y que las enmiendas serán llevadas a discusión hoy durante la sesión ordinaria en San Lázaro. Las reformas fueron avaladas en lo general por 16 votos a favor, cero en contra y cinco abstenciones. De ser aprobado el decreto, los poderes estatales, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, órganos y organismos autónomos, deberán incluir en sus proyectos de presupuesto los tabuladores desglosados de las remuneraciones que perciban sus funcionarios, con sueldos menores al Presidente. El diputado Alejandro Viedma Velázquez expresó que “la austeridad es un principio que debe regir a los gobiernos democráticos”. Diez a uno a que no todos jalan parejo. Lo sabemos.
5. Sembrar oportunidades. Cambiar de rumbo no siempre es fácil, pero bien dicen que cuando se quiere, se puede. Esta es la realidad de campesinos de Chihuahua, Durango y Sinaloa que cambiaron sembrar amapola y mariguana por árboles maderables, maíz y hortalizas. A través del programa gubernamental Sembrando Vida, que entró en operación en el llamado Triángulo Dorado a los campesinos se les pagará cinco mil pesos mensuales por atender los cultivos, explicó María Luisa Albores, secretaria de Bienestar. Las personas adheridas al programa ya suman las 229 mil 91 en los ocho estados donde ya se aplica, lo que representa 99.6% de la meta establecida. ¿Se dan cuenta?, opciones hay cuando se quiere ir por el camino legal. Bien por este programa.
Bitácora del director / La última gira de José José
Ayer, las cenizas de El Príncipe de la canción –bueno, la mitad de ellas– llegaron a la Ciudad de México, su ciudad, para rendir homenaje a uno de los cantantes populares más prolíficos y exitosos que ha dado nuestro país y uno de los pocos personajes capaces de unir en un mismo sentimiento a esta polarizada sociedad.
Lo bueno: La sincera devoción popular. La respuesta masiva de la gente al paso del cortejo fúnebre es prueba de lo mucho que comprendió José José la cultura urbana en la que creció y se hizo artista. Su música capturó los pensamientos de ese México que iba transitando del campo a la ciudad, entre los años 60 y 80. Puso voz a la pobreza urbana que desahogaba las penas con alcohol y por eso tocó las fibras más profundas de millones de personas.
A través de su música, plasmó lo que el arquetipo del macho mexicano sólo se atrevía a decirse a sí mismo o compartir con sus cercanos al calor de unas copas. Y exhibió las hipocresías de la familia mexicana de la posguerra, que vivía con las persianas abajo: el desamor, el engaño, la casa chica...
El homenaje es merecido y había comenzado mucho antes de que la familia Sosa protagonizara un pleito sobre su cadáver, con el karaoke espontáneo en la colonia Clavería y una inundación de fotos y videos en las redes sociales desde que se supo que había muerto. Su talento musical se hizo evidente ayer en Bellas Artes, donde los tenores y barítonos que interpretaron sus canciones frente al féretro batallaban para alcanzar las notas que él acariciaba sin necesidad de respirar.
Lo malo: el aprovechamiento de los funcionarios. Los gobiernos federal y capitalino decidieron que el fenómeno José José tenía valor político y brincaron sobre él. La transmisión de la ceremonia fue controlada por Cepropie, y el Canal 22 se dedicó a entrevistar a los servidores públicos, en lugar de buscar a quienes realmente tuviesen algo que decir sobre el artista fallecido y su legado. Pero eso quizá termine siendo una anécdota, pues las cadenas privadas de televisión realizaron su propio trabajo desde fuera del Palacio de Bellas Artes y lo hicieron bastante bien.
Lo feo: Esta aportación corrió a cargo de Sergio Mayer, el presidente de Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, quien creyó que era una buena idea comparar las cenizas de El Príncipe con las del Popocatépetl y culpó a los medios de que los restos no hayan llegado completos. A todo esto, ¿a qué fue él a Miami?
BUSCAPIÉS
*Pasado el mediodía de ayer, los normalistas de Tenería comenzaron a soltar a los choferes de autobús que habían secuestrado una semana antes. Uno de ellos, de la línea Zinabús, casi se les había escapado. Tras huir de la escuela, condujo la unidad hasta las puertas del 19o Regimiento de Caballería Motorizada, pero no consiguió que le abrieran la puerta de la instalación militar para resguardarse. Alcanzado por los normalistas secuestradores, fue golpeado y puesto de nuevo en cautiverio hasta que lo liberaron, junto con los demás operadores, como resultado de la negociación con el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta.
*Justo cuando parecía que se destrababa la aprobación del T-MEC en la Cámara de Representantes de EU, un aliado clave de la mayoría demócrata en ese cuerpo legislativo, el líder laboral Richard Trumka, de la AFL-CIO, dijo que sería un “error colosal” someter pronto a votación el nuevo acuerdo. Predijo que si ocurre antes del Día de Acción de Gracias (28 de noviembre) será derrotado. La central obrera de Trumka tiene 12.5 millones de afiliados y una indiscutible influencia en el Partido Demócrata.