Vínculo copiado
La información más importante de medios nacionales
06:21 jueves 14 noviembre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / El ataque a Pemex ¿hackeo o sabotaje?
La alarma por el ciberataque a los sistemas informáticos de Petróleos Mexicanos se detonó a las 7 de la mañana del pasado domingo y pudo tratarse no de una acción de hackers externos con fines de secuestro y rescate, como se pensó en un principio, sino de un virus ransomware que se introdujo de manera deliberada, a través de una memoria USB, desde adentro de las instalaciones de la empresa y por algún empleado que tenía acceso abierto al site de Pemex. Esa es la principal hipótesis en las investigaciones forenses en este momento, a cargo del Centro Nacional de Inteligencia y de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en las que se indaga la posibilidad de que el virus haya sido introducido al sistema desde un equipo de cómputo de la propia petrolera, con el fin de que no pudieran utilizar información y borrar archivos y carpetas de los CPU, justo el mismo fin de semana en el que la Fiscalía General de la República había comenzado a requerir información interna de Pemex para investigaciones claves de corrupción en el pasado sexenio. Porque precisamente el viernes 8 de noviembre se llevó a cabo un operativo con guardias internos armados y agentes de la FGR para recabar y obtener información de la Subdirección de Finanzas de la petrolera. Esta “coincidencia” entre el operativo de la FGR el viernes por la tarde y el ataque cibernético 24 horas después, hace pensar que más que un caso de hackeo con fines de secuestro y cobro de rescate de 5 millones de dólares, se trate de un acto interno de sabotaje para tratar de ocultar información clave en los casos de corrupción cometidos en el gobierno de Peña Nieto y bajo la dirección de Emilio Lozoya Austin o de otros exdirectores. De acuerdo a lo que ha trascendido por fuentes cercanas a las investigaciones forenses que se realizan en el site de Pemex, el virus que se introdujo al sistema no es muy sofisticado y ya se ha utilizado en ataques conocidos a otras empresas; sin embargo, el malware sí tiene la capacidad comprobada de borrar archivos y carpetas. Por eso la hipótesis que siguen los expertos del Centro Nacional de Inteligencia y de la Policía Cibernética apunta a que quien lo soltó, muy probablemente desde adentro de la empresa, en realidad no quería un pago como el que se manejó de los 5 mdd, sino que la petición de “rescate” sería una fachada para cubrir la intención real que era desaparecer información “confidencial y comprometedora” para las investigaciones de malos manejos financieros en la paraestatal. Sería pues un distractor, para borrar evidencias claves en esquemas de corrupción. Ayer, de nueva cuenta ante el silencio ya acostumbrado del director de Pemex, Octavio Romero, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, tuvo que dar la cara y aseguró que el problema del ciberataque “ya se está resolviendo” y que “no habría ningún pago de rescate”. Por lo pronto, el sabotaje, más que hackeo, tiene todas las huellas de un “inside-job” que no necesitó de evadir sistemas de seguridad y fire-walls pues se habría infestado desde dentro al site. La gran pregunta que tendrán que responder los investigadores es no sólo quién introdujo el malware, que pudo ser cualquier empleado, sino quién fue el autor intelectual del ataque y qué información querían esconder sobre la enorme corrupción en Pemex.…Tiro caliente. Capicúa de los dados. Repetimos. OPINIÓN / Evo le va a costar mucho a la Cuarta
“Un obstinado no tiene opiniones,
las opiniones lo tienen a él” Corre una versión entre gente muy cercana al Presidente en torno a la obstinación que llevó a la República a darle asilo a Evo Morales. Ciertamente, el espíritu socialista de López Obrador provocó un guiño natural a la causa del autócrata boliviano, una simpatía por “salvarle la vida” rescatándolo del “golpe de Estado”, aunque hay quien considera que lo de Bolivia se trató, más bien, de una rebelión ciudadana frente al fraude que cometió nuestro hoy huésped distinguido, cosa que es harto diferente de un golpe militar. Sin embargo, sus precipitadas decisiones y los pésimos cálculos de costo político están a punto de pasarle una seria factura a la presente administración. Después de un octubre y principios de noviembre marcados por el luto, pasando por las tragedias de Aguililla, Culiacán y los LeBarón que, por cierto, son sumadas a las tragedias de todos los días en materia de violencia e inseguridad en el país, la popularidad del Presidente ha comenzado a caer de forma preocupante en lo que ya parece una tendencia estadística. El impulso del Presidente por querer vender ante la opinión pública nacional una imagen de empatía frente a la “víctima” Evo Morales, lejos de generarle simpatías ha polarizado en extremo a la sociedad y coloca a sus seguidores más moderados al borde de un precipicio hacia el radicalismo que pocos quieren asumir. Desde hace unos meses, no cayó nada bien en la opinión pública la postura pazguata y timorata que adoptó el país frente a la crisis en Venezuela, salvo para las más radicales huestes del presidente, el espaldarazo de la cuatroté al dictador Nicolás Maduro preocupó a muchos sectores que vieron en el tema un riesgo de que los extremismos se empoderasen. Hoy el riesgo se vuelve una realidad, si hace meses la tragedia de violencia no estallaba con la fuerza del presente ni la economía pintaba tan mal y había aún la esperanza de que el gobierno conservase sus contrapesos, hoy, dada la instrucción presidencial de otorgar asilo a Morales, muchas de las voces y cuadros de Morena se han volcado a imitarlo para lisonjear la decisión, pintando una caricatura ridícula para todos aquellos que están fuera de la grey lopezobradorista y más apegados a la cruda realidad nacional. Desde los vítores al convertir a Morales en huésped de honor de la CDMX mientras un violento asalto terminaba a balazos en el Tec de Monterrey de Santa Fe, hasta la reunión de legisladores con Evo para ofrecerle una cooperacha mensual de los legisladores garantizándole, de menos, unos 150 mil pesos mensuales para sus gastos, adicionales a la manutención y seguridad que ya pagará el erario, parece que nadie en el gobierno está leyendo bien la caída en popularidad. Hay muchos más problemas que Evo pero el gobierno ha encontrado a su perfecta caja china, lo que aún no repara es que su interior está cargado de explosivos. De Colofón Entre todos los proyectos de infraestructura que han sufrido recortes severos habría que poner más atención a un tema clave: ¿qué pasó con la remodelación del Puerto de Veracruz? @LuisCardenasMX
Frentes Políticos
1. Alerta ¿fake? ¿A quién quiere engañar el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez? Negó que la entidad represente un riesgo para quien la visita, sea nacional o extranjero. No le gustó la alerta que emitió el gobierno estadunidense para sus connacionales, a quienes informa del riesgo de viajar a dicho estado. El mandatario dijo que “si es necesario podemos viajar a Washington para explicar qué es lo que está pasando”. Todo lo hace mal. A quien debería explicar qué es lo que sucede en su administración es a los colimenses. ¿Usted cree que el gobierno de los Estados Unidos creerá que Colima es seguro sólo porque lo piense el gobernador? Si desde allá ven una entidad peligrosa, sin duda lo es. ¿Para qué mentir? 2. El peor momento. El Congreso de la Unión ha tenido capítulos bochornosos, pero la sesión de toma de protesta de Rosario Piedra como titular de la CNDH, con el panista Gustavo Madero arrojado al suelo, pasará a la historia como el zafarrancho que muestra lo peor de la clase política, no importando de qué partidos se trate. Tras la gresca entre panistas y morenistas, confrontados por no haberse repetido la votación, Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, aclaró que lo ocurrido queda en el terreno del debate legislativo y que lo mejor será darle seguimiento al trabajo que desempeñará la hija de la activista social. “Lo importante será evaluar su próxima gestión al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos”. PAN y PRD amagan con impugnar la elección. Esto no se acaba y podría ponerse peor. ¿Quién frena la discusión? 3. Los excesos son malos. Todos. Ya en México, Evo Morales, el expresidente de Bolivia, agradeció al gobierno el asilo político, pues le “salvó la vida”. En horas, le fue tramitada una visa humanitaria, con la cual se legaliza su estancia por el tiempo que él crea conveniente. También se le otorgó el documento oficial al exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, y a la exministra de Salud, Gabriela Montaño, quienes llegaron junto con Evo en la aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana. Contará con escoltas y ya fue nombrado huésped distinguido de la Ciudad de México. No se puede descartar que Morales vuelva al poder, pues en Bolivia las protestas a su favor crecen. Suena excesivo el apapacho al expresidente boliviano. ¿Es sólo para hacer enojar a la oposición, verdad? Digan que sí… 4. Entre amigos. El diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña, señaló su deseo por apoyar económicamente la manutención del expresidente boliviano, Evo Morales. A través de su cuenta de Twitter, escribió: “Propongo a los diputados y diputadas del movimiento que cooperemos 500 pesos cada uno mensualmente para la manutención del compañero Evo Morales. Alcanzará perfecto ya que somos un chingo”. De aceptarse esta propuesta, Morales estaría recibiendo una cantidad de 159 mil 500 pesos mensuales. Ello se debe al número de diputados del movimiento: 259 de Morena, 34 del PT y 26 del PES. Cabe destacar que esta suma sería superior al sueldo que percibe el Presidente. ¡Cúmplanlo! Al menos no viviría del presupuesto. 5. Y luego dicen que no. Fuertes declaraciones: “Para poner fin a la violencia, las autoridades deben pactar con los narcos, tal y como se ha experimentado en otros países, en donde han tenido buenos resultados”, aseguró el exgobernador sustituto de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez. Aceptó que, durante su mandato, pactó con ellos con mediación de la Iglesia. Al participar en la conferencia Narcoviolencia, Mercado y Estado, el exdirector de la escuela de Ciencias Políticas de la UAGRO resaltó que en esa negociación no hubo autoridades sentadas en una mesa, sino interlocutores, en este caso, la Iglesia católica. Terrible declaración. Si los pescadores pagan mil pesos a cárteles para poder trabajar, ¿cuánto les toca a los mandatarios? Cinismo es una palabra que, hoy más que nunca, se queda corta.