Vínculo copiado
La información más importante de medios nacionales
06:24 miércoles 15 mayo, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Presidente: ¿Requetebién?
La inseguridad nos rodea una vez más, con mayor impunidad e insolencia criminal desbordada. Nos preguntamos si nuestros hijos regresarán de la escuela o del trabajo, el asalto o el secuestro se respira hasta en la proximidad del transporte público, en cualquier calle y a cualquier hora. Ya somos el país del miedo y la psicosis. Inseguridad pública, violencia y corrupción, son el trinomio fatal, sin embargo, hay otro factor, de enorme gravedad porque evidencia los años perdidos por la incompetencia oficial ante la delincuencia desbordada. Vemos con más frecuencia sociedades enteras, en regiones y localidades, apoyando como base social a los narcotraficantes, a huachicoleros, asaltantes de camiones y a bandas de secuestradores y extorsionadores de toda laya. No es exagerado decir que mucha gente los percibe como los Robin Hood que encarnan la respuesta social contra el egoísmo de los ricos. No importa que los delincuentes incurran en graves delitos si es “una causa buena”, supuestamente, la que los mueve. Son también quienes reparten –así sea migajas del botín— entre la población que los acoge y los protege. Si en las calles se extiende la violencia, cunde en las redes el lenguaje de la violencia y del odio. Entre ambos hay vasos comunicantes. El Presidente achaca y machaca sobre una línea de tiempo que inculpa de todo lo malo e indeseable al pasado. El ciudadano, se enconcha en su miedo. Comparte y rumia en corto su impotencia. Entre la casi segura indiferencia con la que es “atendido” y el temor a las represalias, la víctima se aleja de lo que queda de las ineficaces instituciones que cuidan la seguridad pública o que procuran justicia. La mayoría de los delitos no se denuncian, pero su cifra real sigue creciendo. Los homicidios dolosos han dado paso e interconectan con las desapariciones. Madres dolientes en distintos puntos de Veracruz o Guerrero y en algunos estados del norte, se han vuelto expertas zapadoras para localizar fosas clandestinas, ante autoridades más cerca de la simulación que de las respuestas, alejadas de cualquier solución que frene la ola delictiva, como sería conseguir el abatimiento de la impunidad. El presidente confía en que la Guardia Nacional resuelva este lastimoso flagelo de manera casi inmediata. Sus apuestas al perdón y la amnistía fueron breves, cayeron estrepitosamente, como igual pasó por su escritorio la legalización de las drogas a la manera de una acción mágica y justiciera que transforma lo malo en bueno y lo informal en formal. Los más entusiastas desconocen el mundo de las adicciones y solo proclaman el del negocio y la economía. Desde el simplismo, se confunde la legalización de las drogas con una varita mágica que transformará la antisocialidad; la adicción en divertido esparcimiento y la muerte de los adictos en un logro de la paz social. Información del Reporte de Seguridad de la CDMX muestra que la denuncia del robo a transeúnte se incrementó 70% en febrero; el robo de vehículo, un 43.6%; las violaciones subieron 544%, mientras que los delitos sexuales distintos a la violación tuvieron un incremento del 178.5%; el homicidio se incrementó cerca de 80% y los delitos en el metro 365%. El robo a negocio casi 230%. Estos números a nadie sonrojan, el Gobierno hace mutis y así como no se ve la yesca seca ni se atiende preventivamente la proliferación de incendios en el cinturón montañoso que rodea a la CDMX o a otras ciudades, tampoco existe un programa de seguridad pública específico para la capital del país y las zonas conurbadas. Si el Presidente, como ha dicho, se reúne todas las mañanas con su gabinete de seguridad para dictar personalmente instrucciones en asuntos de seguridad, ¿qué comentarios le merecen las cifras, no las suyas, sino las que desbordan el círculo de silencio del que le gusta rodearse ante realidades tan preocupantes en las que no se advierte cambio alguno de fondo? ¿En dónde y cómo piensa articularse la operación de la Guardia Nacional con un mejor Ministerio Público, con el sistema judicial y el del funcionamiento de los reclusorios ilusamente llamados de la readaptación social? Si el presidente tiene sus propios números y piensa que vamos requetebién debería contrastarlos después de darse una vuelta por nuestras calles. Casos recientes de alto impacto en la opinión pública como los de Minatitlán y Cuernavaca, son indicativos de la terrible penetración criminal en las corporaciones policiales. En el doble homicidio de Cuernavaca el arma que usó el homicida estaba en custodia desde hace dos años en un depósito de la autoridad investigadora y en Minatitlán el asesino contaba con protección oficial. Sin duda la corrupción campea en el trasfondo de ambos casos. ¿Es en ese entorno tan tóxico y tan repentino y circunstancial donde se piensa que podrá funcionar mejor un nuevo cuerpo de seguridad pública? Establecer y hacer avanzar un programa de Seguridad Pública será prácticamente imposible si el mismo no incluye la depuración de los cuerpos policiales, así como su control, evaluación, profesionalización y combate a la corrupción en todos los terrenos. De esos terrenos el Presidente no ha dicho nada aún nada al respecto, pero le toca encabezar la búsqueda de soluciones. La Guardia Nacional va a ser más de lo mismo si se descuida el marco jurídico que permita a fiscales y jueces calificar como legales las investigaciones y aprehensiones que realicen sus integrantes. Si los servicios de la GN representan un costo económico para los estados y municipios (como si la seguridad fuese un servicio privado y no un derecho humano y una obligación del Estado el proporcionarla) veremos ahí un obstáculo más para que cumpla su misión. Si es verdaderamente la pieza necesaria para el inicio de una recomposición de la seguridad, será oportuno asumir la realidad de las cifras delictivas al alza, las del miedo fundado a ser la siguiente víctima, las del temor y desconfianza en las policías, las de la grave corrosión de la vida comunitaria. Ninguna es indicativa de que la 4T pueda pregonar, en ningún sentido, que vamos “requetebién”. OPINIÓN / ONG, ¿por unas pagan todas?
La sociedad organizada es un ejemplo de ciudadanos participativos interesados en la vida pública. Así, en las últimas décadas surgieron en el mundo, principalmente en naciones en vías de desarrollo, las Organizaciones No Gubernamentales enfocadas en proyectos de corte humanitario, social o cultural. Todas tienen en común el deseo de transformar su entorno para alcanzar el bienestar social. La labor de muchas de ellas es reconocida por representar un espacio distinto a la esfera estatal, sin burocratismo y sin interés en construir clientelas. La ayuda, cooperación y solidaridad, se encuentran siempre en el centro de su actuación. Naciones Unidas incluso reconoce las tareas que desempeñan las ONG, mantienen vínculos con ellas y son incluidas en consultas para la ejecución y desarrollo de proyectos sociales. En México las ONG han tenido un papel relevante, pues en muchos casos ejecutan una función en áreas donde el Estado se encuentra ausente. En el país, como en muchas partes del mundo, los gobiernos destinan recursos para financiar los proyectos de las ONG. Este 2019 la situación es diferente: el gobierno federal cortó de tajo los recursos para las agrupaciones civiles. En 2018 se destinaron 6 mil 200 millones de pesos para actividades de ONG. Tuvieron acceso a los recursos 2 mil 656 asociaciones de las más de 22 mil que existen en el país. EL UNIVERSAL publicó ayer que la operación de muchas de ellas están en riesgo y que otras más tratan de sobrevivir vendiendo condones, organizando conciertos o impartiendo talleres y diplomados. Este mismo martes el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que el recorte obedeció a que se encontraron hechos de corrupción. Expuso que hay casos en los que quien dirige una ONG recibe sueldo, viáticos y asesores con cargo al erario. A los casos encontrados de corrupción bastaría con canalizarlos por la vía legal para detener el mal ejercicio de los recursos públicos. Que por unos paguen todos, no parece una buena decisión en principio. El mandatario admitió que no todas las ONG son iguales, pero aún no hay una estrategia para seguir dando financiamiento a las organizaciones. Nadie estaría en contra de que se cortaran recursos en los casos que se documente el desvío de dinero o en aquellas organizaciones que oculten la forma en que ejercen el gasto. Es reprobable también que asociaciones se escuden en una ONG para hacer de la recepción de dinero público un modus vivendi. Lo importante es recordar que no es una práctica generalizada. Si por la falta de recursos desaparecen organizaciones con una trayectoria transparente, el país podría pagar un costo mayor al monto de lo recortado.
Frentes Políticos 1. Gobierno avestruz. Aguascalientes se ha caracterizado por ser el estado con más suicidios en los últimos años, pero comenzamos mal si sus autoridades no se han dado cuenta. Tras registrarse cinco suicidios en 24 horas y al menos cuatro intentos, Sergio Velázquez, secretario de Salud estatal, indicó que es un fenómeno atípico que nunca se había presentado y no se tiene una explicación de qué lo detonó. Como “buen funcionario”, negó que se trate de una falla en la estrategia para detectar previamente los casos, y mejor decidió culpar a las familias. Se tiene que trabajar al interior de los hogares, dijo. ¿Qué tiene deprimidos a los hidrocálidos? La pregunta es para Martín Orozco Sandoval, el gobernador. No se haga. 2. Sí, ajá. Muy creativo anda Hernán Salinas Wolberg, diputado del PAN, pues exigió a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, cancelar el proyecto de la refinería de Dos Bocas, al considerar que 160 mil mdp es mucho dinero para “tirar a la basura”. En un video difundido por la bancada del PAN, el secretario de la Comisión de Energía en Diputados advirtió que dicho proyecto pertenece al pasado y no está acorde con las necesidades del México del futuro. El país requiere invertir en energías renovables, limpias; cumplir los compromisos con el medio ambiente y, sobre todo, con las futuras generaciones de mexicanos. Se le hace demasiado gasto. Quizás tenga razón, pero profesionales del despilfarro, los panistas, están más bien acostumbrados a dilapidar en viajes al extranjero y fiestas como la de los dipu-tables en 2014. ¿O no, Montana? 3. Heroísmo sin par. Las Fuerzas Armadas son como el ángel de la guarda del país. Están para toda contingencia y en toda encomienda en la que se comprometen, logran resultados exitosos. Ahora, el molino de viento contra el que hay que luchar viene del mar y se llama sargazo; un alga que está cubriendo las playas del Caribe mexicano a una velocidad sorprendente. Con la participación de un buque de aprovisionamiento logístico, otro de investigación, un helicóptero y la colocación de barreras de contención, la Semar inició un operativo para controlar el sargazo en costas de Quintana Roo. En tierra, los elementos de la Armada de México recolectan el sargazo que se ha acumulado por las barreras tendidas sobre la línea de costa. José Rafael Ojeda Durán, secretario de la Marina, es fiel a su misión: salvaguardar al territorio nacional. No los dejemos solos. 4. A estudiar. Finalmente, Esteban Moctezuma, titular de la SEP, tendrá la herramienta para meter al cauce a la educación en México, que está en los últimos lugares en la OCDE, a pesar de las constantes recomendaciones. La Segob, a cargo de Olga Sánchez, celebró la aprobación de la reforma constitucional en materia educativa en 17 congresos estatales, por lo que se cumple el proceso legislativo rumbo a su implementación en el país. El subsecretario de Gobierno de la Segob, Zoé Robledo, destacó que esta reforma garantiza una enseñanza intercultural, integral, inclusiva, equitativa y de excelencia. Faltan pocos pasos para hacerla realidad. Y ahí va México, en un nuevo intento por salvar la educación. La “bien llamada” ya nació. ¿Ahora sí todos pondremos los acentos donde van? 5. Contaminados. El Valle de México está en Contingencia Ambiental extraordinaria, los niveles de partículas suspendidas en el aire son apenas respirables; las entidades de salud lanzan las recomendaciones que debe tomar la población, y los maestros de la CNTE seguramente tendrán sus máscaras de oxígeno, pues ya tienen el plan de acción para iniciar un paro laboral por 72 horas, en diferentes puntos del país, incluida la Ciudad de México. Marcharán con motivo del Día del Maestro y para protestar en contra de la reforma educativa que están aprobando los congresos locales, informó Enrique Enríquez, secretario general de la Sección 9. Ventajosos, chantajistas, revoltosos y desconsiderados. ¿Quién creó a ese monstruo indestructible llamado CNTE? Bitácora del director / Los niños soldados de Chilapa
El video no ha dejado de darme vueltas en la cabeza. Un grupo de ocho niños, en formación militar, algunos de ellos embozados. Al frente, el mayor de ellos lee un texto que casi seguro fue escrito por un adulto. Habla ante un micrófono que probablemente le entregó otro adulto y frente a una cámara que maneja uno más. “Por cada comunitario que nos maten, vamos por diez sicarios”, dice el niño, leyendo el guion. Niños que hablan de matar. Niños que no aprenden el debido proceso, sino la Ley del Talión. Cierto, no tienen en las manos armas reales sino réplicas de palo, pero el video es igualmente alarmante. Días antes, un estudio de Unicef dio a conocer que más de 10 mil menores de edad fueron asesinados en México entre 2010 y 2017, un promedio de 3.6 al día. Con el cambio de gobierno no se modificaron mucho las cosas, pues, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia, en el primer trimestre de este año hubo 285 homicidios de niños, un promedio de 3.2 diarios. Los niños no sólo son expuestos a la violencia criminal de forma creciente –y tres de ellos se vuelven víctimas directas de ésa cada día–, sino que miles se incorporan a actividades delictivas, ya sea obligados por adultos o por imitación de lo que éstos hacen. Entre 2015 y 2016, 18 mil 387 menores de edad ingresaron en un centro de tratamiento por participar en diversos delitos. De esa cifra, mil 21 (5.5%) fueron detenidos por asesinato. Desgraciadamente, no son nuevos los casos de niños sicarios. Muchos recordarán a El Ponchis, el menor que, se presume, participó en ejecuciones en Morelos, antes de ser capturado en 2010, cuando tenía 14 años de edad. Pero el video al que me refiero inquieta aún más porque refleja un proceso organizado de adiestramiento e incorporación de niños a un cuerpo de las llamadas “policías comunitarias”. Las imágenes se grabaron en Rincón de Chautla, Guerrero, perteneciente a uno de los municipios rurales con mayor grado de violencia en el país: Chilapa de Álvarez. Esa comunidad fue escenario de un enfrentamiento entre “policías civiles” de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) y presuntos integrantes de la banda criminal Los Ardillos. Aunque la balacera, sucedida la tarde del 27 de enero pasado, dejó dos muertos, fue precedida por otra, en un camino rural que lleva a la comunidad de Paraíso de Tepila, donde murieron diez personas. Si bien los comunitarios alegan que los asesinados eran criminales, autoridades agrarias los identificaron como miembros de otro grupo de autodefensa, llamado Paz y Justicia. El niño que habla en el video dice que sus compañeros son “sobrevivientes de un ataque sanguinario”, pero la información disponible sugiere que el grupo rival puso todos los muertos ese día. En todo caso, debiera preocuparnos a todos que las “policías comunitarias” hayan comenzado a organizar columnas estilo guerrillero integradas por menores de edad. El fenómeno de los niños soldados se ha hecho presente en diversos conflictos armados en todo el mundo. En Colombia, las FARC utilizaron a unos 12 mil niños entre 1975 y su desmovilización, en 2017, de acuerdo con la Fiscalía de ese país. Permitir que menores de edad, que debieran estar en la escuela, participen activamente en un grupo armado –así sea por supuestas razones de autodefensa– eleva el umbral de horror que los mexicanos hemos vivido desde hace ya casi 15 años.