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06:17 martes 24 marzo, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Cuando el virus nos alcance y rebase, ¿quién será el responsable por lo que no se hizo?
El mundo está viviendo un episodio inédito para la sociedad actual: el embate de un virus, el COVID-19, que se propaga rápidamente por todos los países del mundo y que nos ha colocado en una situación importante de vulnerabilidad humana por su nivel de contagio. La reacción de varios países, tardía en algunos, pasó de la incredulidad a la emergencia, con las secuelas que ya todos conocemos de miles de contagios y de muertes. Países como China, Italia, España y Estados Unidos, pareciera siguieron un patrón de respuesta que actualmente los coloca como los lugares de mayor número de contagios. Al día de hoy, los contagios de estos cuatro países es el siguiente: China, 81,537; Italia, 64,000; España, 33,000 y Estados Unidos, 41,511. Lamentablemente, en el fondo de esta situación se encuentra el nivel de atención que cada país ha dado a la pandemia y que, por su mayor o menor atención, la efectividad de la respuesta ha variado. El aislamiento o confinamiento ha sido una de las primeras acciones asumidas por algunos de los gobiernos. A partir de enero, cuando se detecta el primer caso, China inicio un proceso de atención para evitar contagios, que incluyeron reducir la movilidad humana de 750 millones de personas y a la fecha tiene en cuarentena a poco más de 150 millones de sus habitantes. La instrumentación de mecanismos de vigilancia para evitar los contagios, ha acompañado al confinamiento. Países como Rusia, España, Italia y Francia, han aplicado estrictos mecanismos, como la prohibición de salir a las calles, salvo que se cuente con permiso o salvoconducto. En Israel, por ejemplo, solo sale un miembro de la familia cada dos días por víveres. El control de vuelos provenientes de países con altos niveles de contagio ha servido para frenar la entrada de personas infectadas, restringiendo vuelos de provenientes de ciertos países, como China, o poniendo en cuarentena a todo extranjero que llegue a su territorio, como lo hace Rusia. Otra medida que ha demostrado ser efectiva para contener los contagios es la aplicación de pruebas diagnóstico, como Corea del Sur, Taiwán y Singapur. Caso especial lo representa Alemania, que con la aplicación de 160 mil por semana, ha identificado a los portadores del virus y con ello, frenado la expansión del COVID-19 en su territorio. Este contexto internacional contrasta con la situación en México, donde el gobierno ha mostrado un exceso de confianza que raya en la irresponsabilidad. Vemos un vacío de poder y una pesada responsabilidad cargada en un subsecretario que da la cara con medidas coyunturales que no previenen en nada la propagación del virus, asentado ya en nuestro país, en dimensiones aún desconocidas. Aquí, ha habido oídos sordos a las voces que piden una estrategia nacional clara de prevención y combate a virus. Hasta hace poco no existía control ni prueba alguna para visitantes extranjeros. Se perdieron semanas valiosas dejando entrar a nacionales y extranjeros portadores del virus. El sistema nacional de salud ha mostrado sus deficiencias, por lo que dudamos que México se encuentre preparado para enfrentar situaciones, como las que viven otros países en las siguientes fases de los contagios. El mejor mecanismo de defensa es conociendo donde se encuentra en enemigo. En nuestro país no se realizan las pruebas diagnóstico suficientes para identificar a portadores, ni se han prohibido los eventos públicos, salvo en algunos estados y la CDMX, pero por iniciativa propia. Del mismo modo, la acción central que puede frenar los contagios, el autoaislamiento, ha sido una medida asumida voluntariamente por los ciudadanos, frente al pasmo de las autoridades. En consecuencia, no esperemos cierre de fronteras ni alto a actividades comerciales, menos la detección de contagios, pues pruebas diagnóstico no hay, a menos que sean evidentes los signos. Es tiempo de plantear alternativas que mitiguen en la medida de lo posible los contagios, pensemos en acciones que fortalezcan el sistema de salud en estos momentos críticos y avancemos en programas de apoyo a trabajadores independientes y pequeñas y medianas empresas. Aún es tiempo de superar juntos la compleja situación que se avecina. Todos podemos ayudar a México.
Frentes Políticos 1. Mártires de ocasión. Mientras el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, llama a parar clases y tareas administrativas, en protección contra el COVID-19, y no sólo eso, atiende los procedimientos que día a día emite la Unesco para revisar las políticas y acciones que se han tomado en el mundo, hay quien no comprende de qué se trata la pandemia. Zenyazen Escobar García, el secretario de Educación de Veracruz, se viste de mártir desobedeciendo las instrucciones de Esteban Moctezuma, afirmó que ni él ni su equipo pueden parar actividades y además llamó a Consejo Técnico, una riesgosa junta multitudinaria a la que, por fortuna, la mayoría de los maestros no asistió, a pesar que, en un video, Escobar señalaba la importancia de acudir. Hay quienes dan la vida por lamer unas botas. Literal. 2. Reglas de convivencia. A partir de hoy martes, la administración pública federal reducirá su plantilla laboral, mandando a sus trabajadores vulnerables a trabajar desde casa hasta el 17 de abril. Quedan excluidas las secretarías de Marina, Defensa Nacional, Seguridad Ciudadana y Guardia Nacional, la de Salud y las instancias de Protección Civil. Y serán los órganos internos de control quienes vigilen el cumplimiento a lo establecido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Entre las personas vulnerables se encuentran: adultos mayores de 60 años, personas con discapacidad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y con enfermedades crónicas no transmisibles. Todos los funcionarios públicos son responsables de la seguridad de los suyos. Que nadie juegue al héroe. La pandemia es real.
3. Crimen a la baja. El gobierno capitalino informó que, de acuerdo con cifras del Gabinete de Seguridad Ciudadana y Procuración de Justicia, de diciembre de 2018 a febrero de 2020 los delitos de alto impacto disminuyeron 36.83 por ciento. De estos delitos, el homicidio doloso disminuyó 34% y el robo de vehículo 29.72 por ciento. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, destacó que su administración implementa la Estrategia de Fortalecimiento de la Seguridad con cinco ejes fundamentales: Atención a las Causas que generan delincuencia y violencia; Más y Mejor Policía; fortalecimiento de las áreas de Inteligencia y Justicia; mayor coordinación entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Fiscalía General de Justicia; y diversas modificaciones en el marco legal local para incrementar las sanciones a delitos como la reincidencia y el feminicidio. Hay resultados, y no pasan inadvertidos. 4. Buenas noticias. En medio de la crisis sanitaria, los mexicanos han gozado de lo que nunca: la baja en el precio de las gasolinas. En un recorrido por gasolinerías ubicadas en las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez e Iztapalapa se apreció la reducción del precio del carburante. El mayor precio por litro de la gasolina verde fue de 18.99 pesos en la estación de servicio 196, de la colonia Asturias, mientras que el más económico fue de 15.24 pesos, en la 02829, de Plutarco Elías Calles y Ermita Iztapalapa, donde decenas de automovilistas hacían fila. El fin de semana, a través de un video en sus redes sociales oficiales, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su administración tomó la decisión de reducir el precio. Muchos no se lo creen, pero, ¿qué Presidente lo hizo antes? Nadie. 5. Cifras al paso. En un escenario en el que el 95% de la información que se genera es sobre el coronavirus, es grato saber que Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, presentó el informe de seguridad y los resultados que se han generado a partir del cambio de estrategia una vez que comenzó el gobierno de López Obrador. Aseguró: “Tenemos tres meses con una baja sostenida, aunque sea de manera marginal; no podemos sentirnos satisfechos con estos resultados, sin embargo, podemos afirmar que funciona la estrategia que se puso en marcha a partir del primero de diciembre de 2018”. Durazo rompe la tendencia histórica del delito de homicidio doloso. Y eso, aunque los detractores no lo acepten, es mucho.