La Unidad de Atención a la Violencia Familiar (UAVIFAM) del Sistema DIF Municipal, en el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, brinda apoyo integral a adultos mayores y promueve la cultura de la denuncia entre las víctimas de violencia, con respaldo para defender sus derechos.

El titular de la UAVIFAM, José Luis Chávez, informó que en los casos que atiende su equipo, el primer paso es escuchar a la persona adulta e identificar su problema para canalizarlo en ocasiones a la Procuraduría Social o a la Fiscalía Regional, en caso de ser víctima de violencia física; asimismo, se ofrece atención psicológica, además de apoyos en especie que requiera.

“Nosotros de alguna forma reeducamos a la gente para que no se queden callados, puesto que hay instituciones que le pueden brindar ayuda, sin criticarlos, sin juzgarlos. Buscamos encontrar la confianza de la persona y que recurra a la denuncia, porque ésta brinda protección, tanto para ellos como para la familia”, explicó.

Agregó que los especialistas de esta Unidad están capacitados para detectar cuando la víctima se resiste a recurrir a la justicia por temor a recibir más agresiones, sobre todo cuando provienen del núcleo familiar; entonces se trabaja para que no desista de dar continuidad a su caso.

Se considera un caso en “semáforo rojo” cuando hay indicadores de gran violencia, pero “muchas veces las personas prefieren quedar calladas para evitar represalias o porque sienten vulnerados sus derechos como a la alimentación, acceso a la salud o por no ser abandonados. Sabemos cuándo una persona probablemente esté amenazada, que prefiere callar. Le sugerimos que cuando hay mucha violencia se vayan a resguardar a algún lugar temporalmente, donde puedan analizar y reflexionar sobre ese asunto”.

José Luis Chávez destacó que la única autoridad que puede brindar justicia es la Fiscalía. “Nosotros como Sistema DIF, ayudamos a la persona a que se anime a presentar la denuncia y hacemos el acompañamiento correspondiente”.

Apuntó que todos los casos tienen seguimiento, hasta que deja de haber manifestaciones de violencia. La pauta la marca la persona agredida, de acuerdo a lo que informa con respecto a su agresor. Entonces, los expedientes son cerrados, pero con la posibilidad de ser retomados de reaparecer la violencia.