El envío de remesas familiares reportó en agosto un monto de 2 mil 856 millones de dólares, cifra que representó una contracción de 0.4 por ciento respecto a julio, informó este lunes el Banco de México (Banxico). Con este resultado, el envío de ‘migradólares’ registró tres meses consecutivos de dibujar una trayectoria a la baja, luego del tope histórico de 3 mil 155 millones de dólares que se reportó en mayo. A pesar de la desaceleración mensual que se ha observado durante el último trimestre, de forma acumulada, la captación de dólares ha sumado 21 mil 967 millones de dólares durante los primeros ocho meses del año, cifra superior en un 11.07 por ciento en comparación del mismo periodo del año anterior, lo que reflejó un récord histórico para las remesas. El 98.2 por ciento de los envíos de dólares a nuestro país se realizan mediante transferencia electrónica, y en agosto se llevaron a cabo 2 mil 806 transacciones mediante esta vía. De manera complementaria, alrededor del 1.3 por ciento se recibe en efectivo o especie y únicamente el 0.4 por ciento se efectúan a través de ‘money orders’ (órdenes de pago), en las que se suelen mandar cantidades más grandes de dinero. El monto promedio de remesas no mostró ninguna variación en comparación a lo registrado en julio, pues se mantuvo en 324 dólares por transacción (alrededor de 6 mil 44 pesos). Francisco Flores, economista de Grupo Financiero Banorte, estimó que el crecimiento del flujo de remesas dependerá del dinamismo del mercado laboral y la política migratoria de Estados Unidos. “El crecimiento del mercado laboral norteamericano no sólo se ha traducido en mayores oportunidades laborales para los migrantes mexicanos, sino también en un incremento en la masa salarial de estos trabajadores, por lo que sus posibilidades de enviar un mayor monto de remesas a sus familiares han mejorado”, comentó. El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) calculó que México podría ingresar entre 30.2 y 30.5 mil millones de dólares durante 2018, lo que representaría un incremento entre 5 y 6 por ciento respecto a 2017. --

EL FINANCIERO